El cardenal Omella constituye la Asociación Canónica Pro Canonización con la vista puesta en el centenario de la muerte del arquitecto de la Sagrada Familia
La archidiócesis de Barcelona quiere dar un impulso definitivo para que el arquitecto Antoni Gaudí, creador de la basílica de la Sagrada Familia, suba más pronto que tarde a los altares. Para ello, el cardenal Juan José Omella constituyó en la tarde del viernes la Asociación Canónica Pro Canonización Antoni Gaudí que viene a tomar el relevo de la asociación civil que hasta ahora estaba pilotando el proceso de beatificación del ya reconocido por Roma como siervo de Dios.
El arzobispado catalán ya habría presentado ante el Dicasterio para la Causa de los Santos la positio de Gaudí, es decir, el trabajo de investigación que recoge toda la documentación y el argumentario por el cual se justificaría la beatificación del genio catalán. El siguiente paso implicaría que la Santa Sede evaluara este informe para valorar si procede dictar el decreto de virtudes heroicas que permitiría declararlo venerable. Gaudí se situaría entonces en la antesala de ser proclamado beato para lo que sería necesario el reconocimiento de un milagro por su intercesión.
La asociación canónica está constituida por catorce miembros, con el cardenal Omella al frente, entre los que se encuentran sacerdotes como Armand Puig, presidente de la Agencia de la Santa Sede para la Valoración y la Promoción de la Calidad de las Universidades y Facultades Eclesiásticas; y laicos de la talla del filósofo Francesc Torralba, Premio Ratzinger de Teología 2023.
Fue el 10 de junio de 1992 cuando se fundó la Asociación para la Beatificación de Antoni Gaudí, que impulsó la difusión de la dimensión espiritual del artista así como promover la devoción personal al creador a través de conferencias, exposiciones, publicaciones y demás medios que permitan redescubrir el valor catequético de sus obras. En marzo del año 2000 la Santa Sede autorizó la apertura formal del proceso diocesano de beatificación que llevó a constituir el correspondiente tribunal para investigar la fama de santidad de aquel que también ideó el palacio episcopal de Astorga. Con el ‘nihil obstat’ vaticano pasó a ser considerado siervo de Dios.
Cuando Benedicto XVI consagró el templo en su viaje a España en noviembre de 2010 , le definió como un “arquitecto genial y cristiano consecuente” que “superó la escisión actual entre la conciencia humana y la conciencia cristiana, entre la existencia en este mundo temporal y la apertura a una vida eterna, entre la belleza de las cosas y Dios como la Belleza”. “Esto no lo hizo con palabras sino con piedras, trazos, planos y cimientos”, elogió el pontífice.
En paralelo al proceso de beatificación, en estos últimos años se está dando un impulso más que notable en la construcción de la basílica barcelonesa. El pasado mes de noviembre se coronaron las torres de Mateo y de Juan, obras del escultor Xavier Medina-Campeny, que vienen a sumarse a las de Marcos y Lucas, que se finalizaron el año pasado. Las obras van a buen ritmo y el arquitecto de la Sagrada Familia, Jordi Faulí, prevé que la torre central del templo podría estar rematada en 2026, cuando se celebren los 100 años de la muerte de Gaudí. De hecho, ya están rematando el prototipo de la cruz que la coronará.