Fernando Chomali: “Quiero desterrar el clericalismo y formar mejor a los laicos”

Arquidiócesis de Santiago

Después de 12 años como arzobispo de Concepción, Fernando Chomali Garib (Santiago, 1957) regresa a su diócesis de origen: el papa Francisco le ha nombrado arzobispo de Santiago de Chile, sede de la que tomará posesión el 16 de diciembre tras el pastoreo del cardenal Celestino Aós, franciscano navarro, durante cuatro años y medio.



Tercer hijo de una familia de inmigrantes palestinos, el actual vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), reconocido por su capacidad intelectual (es ingeniero civil, además de licenciado en Teología Moral y experto en Bioética), ha desarrollado una fructífera labor pastoral en el campo de la educación, las obras sociales (pequeñas empresas gestionadas por personas con síndrome de Down y para mujeres reclusas, ambas promovidas en Concepción), las artes y las comunicaciones.

Ahora, de vuelta a Santiago (arquidiócesis con poco más de seis millones de habitantes, de los que el 48% se declara católico, atendidos en 218 parroquias por 230 sacerdotes diocesanos y 250 religiosos), el nuevo arzobispo ha recordado que buscará “formas de construir un mundo más justo, darle oportunidades a los que no tienen y anunciar el Evangelio sin ninguna pretensión, con sencillez”.

PREGUNTA.- ¿Cómo ha recibido este nombramiento del Papa?

RESPUESTA.- Con mucha humildad y, sobre todo, convencido de que es la voluntad de Dios para mí. El Santo Padre conoce la realidad del mundo, de América Latina y de Chile, y si pensó que yo podía prestar un servicio, tengo que tener fe en ello. El Papa está inspirado por el Espíritu Santo y tiene la gracia de estado que le concede el ser el sucesor de Pedro. Todo nombramiento se acoge en la fe, no hay otra manera de hacerlo, convencido que “si el Señor no construye la casa, en vano se afanan los albañiles”.

P.- Usted conoce bien la Arquidiócesis de Santiago. ¿Cuáles son los acentos pastorales que estima necesarios?

R.- Tengo que llegar a reconocer la Arquidiócesis de Santiago, pues la dejé hace 12 años. Los acentos pastorales serán los vigentes de la Conferencia Episcopal y de la propia Arquidiócesis de Santiago. Yo me sumo a ellas y las seguiré desde mi carisma y los dones que Dios me ha regalado. Además de todo lo que he aprendido en Concepción, que ha sido mucho

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