Entrevistas

José Antonio Castro Lodeiro: “La Biblia y Oriente son inseparables”

  • El director de ‘Oriente Bíblico’ imparte clases de Antiguo Testamento en el Instituto Teológico Compostelano que dirige
  • El biblista gallego defiende que “el estudio no es solo una cuestión intelectual, sino, sobre todo, un ejercicio del espíritu”





Cuando se hojea la revista ‘Oriente Bíblico’, se tiene la impresión de encontrarse en un mundo extraño: imágenes de tablillas con signos cuneiformes, transcripción de jeroglíficos, textos en hebreo o griego… Un mundo, por lo general, hermético al común de los mortales. Su director, el sacerdote José Antonio Castro Lodeiro (A Coruña, 1972), es director también del Instituto Teológico Compostelano y profesor de materias bíblicas (Antiguo Testamento) y del entorno mesopotámico en ese centro.



PREGUNTA.- ¿Por qué una revista tan especializada como esta?

RESPUESTA.- Todo el mundo sabe que para entender en profundidad un fenómeno o un acontecimiento es necesario verlo en su contexto. Pues bien, la Biblia no ha surgido de la nada. Sus páginas han sido inspiradas dentro de un mundo religioso y cultural concreto. Ese mundo es el que vemos en los mapas que encontramos al final de cualquier edición del texto bíblico. Para el Antiguo Testamento tenemos Mesopotamia al este, Egipto al sur, el mundo hitita al norte, y Canaán en el centro. Y para el Nuevo Testamento todo el mundo mediterráneo, donde sobresale Grecia y Roma.

En este horizonte la revista surgió como fruto de una larga maduración dentro del Instituto Bíblico y Oriental. Todos los que nos reunimos en torno a su director, Jesús García Recio, tratamos de estudiar y comprender la Biblia en su contexto cultural, partiendo de los textos de esas tradiciones religiosas. Pronto caímos en la cuenta de la necesidad de una publicación que diera razón de este ejercicio de trabazón entre Biblia y Oriente, ya que no existía en el ámbito español una revista con esta perspectiva.

Tres grandes secciones

P.- ¿Quiénes son sus destinatarios? ¿Puede cualquier persona asomarse a sus páginas?

R.- La revista se dirige a todos los que estén interesados por el mundo de la Biblia. A primera vista, los temas tratados pueden parecer específicos y para unos pocos. Sin embargo, quien se adentre en sus páginas verá que los textos editados que se presentan en las lenguas antiguas no están desnudos. Todos tienen su traducción, y lo más importante, su comentario que lo hace comprensible.

Además, la revista se divide en tres grandes secciones relacionadas entre ellas: una dedicada a la “Historia”, donde se presentan textos inéditos, temas filológicos o arqueológicos; la segunda toca la “Biblia”, con cuestiones del Antiguo y Nuevo Testamento; y la tercera se asoma a la “Teología”, incluyendo la espiritualidad o la historia de las religiones. Este abanico de perspectivas permite un diálogo entre las distintas disciplinas y abre la revista a un gran público.

A contracorriente

P.- ¿Cuál es la aportación de ‘Oriente Bíblico’ al mundo académico?

R.- Como le decía antes, no existe en España una revista que una estas dos realidades: Oriente y Biblia. Existen publicaciones de lo uno y de la otra, pero no que hilvanen los dos ámbitos. Por otro lado, cuando la revista se puso en marcha nos vimos empujados a hacer una reflexión sobre nuestro modo particular de estar dentro del ámbito científico o académico.

Para nosotros, el estudio no es solo una cuestión intelectual, también y –sobre todo– un ejercicio del espíritu. La búsqueda de la verdad está abierta a todos y no es exclusiva de unos pocos. Se puede ser muy riguroso en el estudio y no estar sometido a unas normas y exigencias curriculares que a la larga pueden ser contraproducentes. Hace poco leía una entrevista en la que se afirmaba, a mi entender con razón, que la exigencia de publicar constantemente nos ha llevado a un sistema científico de cantidad, y no de calidad.

En algunos aspectos somos conscientes de que vamos a contracorriente. A modo de ejemplo: en nuestra revista no imponemos unas normas metodológicas a los autores, sino que les dejamos, en el sentido literal, “libertad de cátedra”. Por otro lado, tenemos artículos en inglés o francés, pero sin perder de vista que nuestra lengua propia es el español. ¿Somos por ello menos rigurosos? Se dirá que tendremos menos “impacto”, pero la paradoja es que después nos quejamos de una globalización que anula las diferencias y estandariza el mundo. Si un estudioso de lengua española, francesa o italiana quiere abrir fronteras en su conocimiento deberá hacer el esfuerzo de leer publicaciones en inglés o alemán. ¿No tendría que ser igual a la inversa?

Algunos compañeros me han comentado la extrañeza por no incluir en los ‘paper’ un ‘abstract’ o resumen con sus términos clave. Y yo les recuerdo que más importante es el título, pues tiene la capacidad de presentar de forma mucho más sintética que el ‘abstract’ el contenido del artículo y, si está bien formulado, de animar a su lectura.

Concertada armonía

P.- ¿Por qué aparece la Biblia en la cabecera de la revista? ¿Cómo es la relación entre la Biblia y Oriente?

R.- Desde el redescubrimiento de Oriente en el siglo XIX hasta el día de hoy se han estudiado muchos textos que nos ayudan a ver que la Biblia meditó los hechos culturales y religiosos del Oriente, que han imbuido de su pensamiento y religiosidad el arte, la literatura, la filosofía, el derecho o la política en todo Occidente. Aunque pueda parecer exagerado, la Biblia y Oriente son inseparables. Por eso el nombre de la revista es tan importante. No queríamos yuxtaponer las dos realidades, Biblia y Oriente, sino hablar propiamente de ‘Oriente Bíblico’, pues la Biblia no reduce ni limita al Oriente antiguo, sino que madura y aquilata muchas de sus afirmaciones teológicas. Utilizando un símil musical, podríamos decir que Mesopotamia y la Biblia forman un canto polifónico. Cada una de ellas tiene su posición en la partitura, pero ambas están en la misma clave. Cuando somos capaces de escuchar con atención a ambas tradiciones caemos en la cuenta de que, a pesar de sus diferencias, nos encontramos ante una concertada armonía.

P.- ¿Gozan de buena salud los estudios de orientalística en España?

R.- Los vínculos entre España y Oriente se remontan muy atrás. Desde Egeria que, como una auténtica peregrina, viajó a Oriente en el siglo IV recogiendo todas sus experiencias en su libro ‘El Itinerario de Egeria’. Después de ella otros personajes como Benito Arias Montano, el orientalista más relevante de España, director de la Biblioteca de El Escorial por encargo del rey Felipe II. En el siglo pasado destacaron en el norte de España, Ramiro Fernández Valbuena o Ángel Amor Ruibal. Todos ellos allanaron el camino para que hoy podamos dedicarnos al estudio de Oriente. Y no olvidemos que nuestro país está bajo el patronazgo de otro gran personaje venido de aquellas tierras, el apóstol Santiago.

Actividades y publicaciones

P.- ¿Cuáles son las actividades más destacadas que desarrolla el Instituto Bíblico y Oriental?

R.- El Instituto imparte cursos de lenguas, cultura y espiritualidad en Cistierna (León), y en sus otras sedes de Valladolid (en colaboración con el Instituto Teológico Agustiniano), en Madrid (dentro del Campus LaSalle) y en Santiago de Compostela (en el Instituto Superior Compostelano de Ciencias Religiosas). Desde su creación, todos los veranos, en el mes de agosto, tiene lugar en Cistierna unas Jornadas en las que se imparten varios seminarios, junto con unos días dedicados a la espiritualidad.

Tenemos también todo un plan de publicaciones. Están las periódicas, como la de ‘Oriente Bíblico’, y en proyecto ‘Oriente Cristiano’ donde se recogerán estudios arqueológicos de iglesias, monasterios y restos de asentamientos cristianos del pasado. También incluirá artículos de epigrafía y ediciones de manuscritos litúrgicos u homilías, comentarios a los escritos de los padres orientales; y mostrará cómo viven las comunidades cristianas en un ambiente muchas veces hostil.

Junto con las revistas están la ‘Colección IBO minor’ que difunde estudios e investigaciones sobre Biblia y Oriente, con seis volúmenes ya publicados en la editorial Verbo Divino; y la futura ‘Textos del Oriente Bíblico’ que ofrecerá traducciones en formato bilingüe, debidamente anotadas y contextualizadas de textos religiosos del Oriente antiguo y fundamentales para el estudio de la Biblia.

Y actualmente el Instituto está inmerso en el proyecto arqueológico de la excavación de Adab, en la baja Mesopotamia, una ciudad con tres milenios de existencia. Un proyecto en ciernes desde 2015 y que, a pesar de las dificultades, Dios va sacando adelante.

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