Por tercera vez en los últimos años, el magnífico claustro del Real Colegio de los Agustinos Filipinos, situado en el centro de Valladolid (Paseo de Filipinos, 7), acoge una exposición de facsímiles de valiosos códices. Bajo el título ‘Salterios y Libros de Horas’, la muestra quiere ser un homenaje a dos personalidades femeninas de primer orden nacidas en tierras castellanas: la palentina Blanca de Castilla, dos veces regente del reino de Francia como madre de san Luis IX, e Isabel la Católica (Madrigal de las Altas Torres, Ávila, 1451-Medina del Campo, Valladolid, 1504), cuyo proceso de beatificación sigue abierto.
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Ambas están unidas por dos características muy destacadas: testimoniaron una sobresaliente piedad, de manera que podrían haber sido ya canonizadas, y mostraron una sensibilidad muy especial para percibir la hermosura del arte cristiano. Los salterios de la primera y los libros de horas de la segunda constituyen joyas superlativas en las manifestaciones artísticas de los siglos XIII y XV. Blanca de Castilla usó los textos sagrados para enseñar a leer a sus numerosos hijos.
Obras muy valiosas
El ‘Salterio’, uno de los escritos poéticos de la Escritura, es el ‘Libro de Poemas’ por antonomasia, el más famoso y recitado en la cultura occidental. Tanto judíos como cristianos, hemos orado con él durante muchos siglos. Recitamos y cantamos los salmos en el servicio divino y en toda clase de situaciones personales, pue ellos contienen el poemario clásico de oración de la Sinagoga y de la Iglesia, cuyas comunidades orantes es imposible concebir sin su recitado diario.
La exposición reúne obras tan valiosas como el Salterio en imágenes de Stuttgart, escrito y miniado hace mil doscientos años y el primero que se conserva completo. O el Salterio de San Albano, creación única por la originalidad de sus encantadoras imágenes, de notable impacto visual.
