La diócesis de Girona ha informado que este sábado, 9 de diciembre de 2023, a las 5 de la madrugada, ha muerto, en la residencia sacerdotal Obispo Sivilla de Girona, el obispo emérito de la diócesis Carles Soler y Perdigón, a los 91 años de edad. Nombrado obispo de Girona el 30 de octubre de 2001, tomó posesión de la diócesis el 16 de diciembre de 2001. Hasta aquel momento, ejercía de obispo auxiliar de Barcelona.
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Un padre espiritual
El obispo Soler estuvo siete años al frente de la diócesis, hasta que el 16 de julio de 2008 el Papa aceptó su renuncia al haber cumplido los 75 años, nombrando Francesc Pardo como nuevo obispo de la diócesis. Desde su jubilación episcopal, y hasta hace pocos meses, colaboraba periódicamente con las parroquias del arciprestazgo de Banyoles. El administrador diocesano, Lluís Suñer, ha destacado en un mensaje a los fieles el “servicio generoso y desinteresado” del obispo sus años de ministerio.
“Se esforzó para dotar nuestro obispado de unas infraestructuras espirituales, pastorales y materiales de acuerdo con las necesidades de aquellos años”, ha recordado el sacerdote. “Para muchos fue un padre espiritual que nos acompañó en diferentes etapas de nuestra vida. Hombre de consejo y que ayudaba a afrontar los problemas de cada día con serenidad, paciencia y con una gran esperanza”, señala también, y añade: “Por él el ministerio episcopal se resumía con dos palabras: servicio y donación”.
La misa exequial tendrá lugar este próximo martes, 12 de diciembre, a las 11 de la mañana en la Catedral de Girona. El mismo día habrá instalada, en la catedral, una capilla ardiente, que estará abierta de las 9 a dos cuartos de 11 de la mañana.