El Papa se ha reunido hoy con los miembros de la Oficina del Auditor General
“Absoluta transparencia” y no ceder a “la insidia de la corrupción”. Esto es lo que le ha pedido el papa Francisco a los trabajadores de la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano, en un discurso entregado este lunes a los miembros de la Oficina del Auditor General, a quienes ha recibido hoy.
“Sé que ustedes dedican a ello una gran atención, con un trabajo cuyos frutos se gestionan al mismo tiempo con firmeza y con misericordiosa discreción, porque, sin perjuicio de la necesidad de absoluta transparencia en cada acción, los escándalos sirven más para llenar las páginas de los periódicos que para corregir en profundidad los comportamientos”, ha escrito el Papa en el texto que les ha hecho llegar durante su encuentro.
Asimismo, les ha animado “a ayudar a los responsables de la administración de los bienes de la Santa Sede a crear las garantías que puedan impedir, ‘aguas arriba’, que se materialice la insidia misma de la corrupción”. Además, ha remarcado que el hecho de que esta Oficina no dependa de otras entidades “no es arbitrario”.
“Es importante que el espíritu de corrección fraterna los guíe siempre, incluso cuando sea necesario señalar prácticas contables y administrativas que no se ajusten a las normas y situaciones a corregir”, ha añadido Francisco, señalando, además, la importancia de invertir en formación para “mantener elevados estándares profesionales”, y en mantenerse al día para seguir “la continua evolución de las numerosas y complejas normas que regulan la revisión”.