La periodista mexicana Valentina Alazraki -corresponsal de Televisa en el Vaticano- publicó en la red social X que el papa Francisco le ha confiado el lugar donde tiene preparada su tumba. Se trata de la Basílica de Santa María la Mayor, “por la gran devoción que le tiene a la virgen Salus PopoliRomani”.
En esta basílica se encuentran enterrados otros pontífices como Pablo V, Pío V y Clemente III. También están los restos del arquitecto de la plaza de San Pedro, Lorenzo Bernini.
En una entrevista con Valentina Alazraki, de la cual se conoce sólo un pequeño corte, el Santo Padre también compartió que a pesar de los problemas de salud que tuvo en el año, nunca pensó en renunciar: “El ejemplo de Benedicto me hace bien, pero le pido al Señor poder decir basta, en cualquier momento, pero cuando Él quiera”.
Tras señalar que “cuando llega la vejez y los límites hay que prepararse”, el pontífice reveló también que se reunió con el ceremoniero para simplificar las exequias papales, por lo que serán mucho más simples: “El nuevo ritual lo estrenaré yo”, dijo con sentido del humor.
A casi un año de la muerte del papa emérito Benedicto XVI, el papa Francisco afirmó que tenía una relación muy cercana con él. “Benedicto era un grande, un hombre humilde que cuando se dio cuenta de sus límites, tuvo la valentía de decir basta. Yo lo admiro”.
Al hablar sobre la Virgen de Guadalupe en el marco de su solemnidad, el papa Francisco rezó por México: “Un pueblo al que quiero mucho… Y la Morenita le sonría, que los cuide. Ustedes tienen una madre, no se olviden, y cuídenla. Que tengan una santa Navidad”.
Consideró que ante los problemas que enfrentan los mexicanos referentes a inseguridad, violencia, homicidios, pobreza y desastres naturales como el ocurrido en octubre en Acapulco, el pueblo mexicano “se merece la madre, por algo eligió México, aquella palabra al indio: ‘¿No estoy yo aquí que soy tu madre?’. Y esa se repite al pueblo mexicano”.
Y añadió: “Ella es la madre, aparece en un problema y su mensaje es: ‘yo estoy aquí’. Las mamás que saben cómo acompañar a sus hijos. Cuando los hijos son rebeldes las mamás se callan, pero nos acompaña con paciencia hasta que lentamente se ubica”, añadió.
“El Señor estuvo grande con nosotros al darnos una madre así y esa frase tenemos que repetirla en los momentos de tristeza: ‘Yo estoy aquí que soy tu madre, ¿por qué dudas?, ‘¿no estoy yo aquí que soy tu madre?’, y eso nos tiene que dar fuerza para seguir adelante”.