El presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) ha señalado este miércoles la necesidad de crear una “nueva cultura”, de “transparencia”, que garantice entornos seguros para niños y adultos vulnerables, en la Iglesia.
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“La comunidad cristiana, en general, se dio cuenta de este problema, y bien”, afirmó José Ornelas en la rueda de prensa de presentación del informe de actividades del Grupo VITA. Asimismo, destacó también la “seriedad” del trabajo realizado, admitiendo que la Iglesia no siempre ha estado “a la altura” a la hora de gestionar los casos de abuso sexual.
“No podemos estar de acuerdo con situaciones como ésta. Ninguna sociedad puede estar de acuerdo con esto”, señaló, mostrando la voluntad de la Iglesia de continuar “un proceso de ayuda y reparación a las víctimas”.
Tolerancia cero
El Grupo VITA fue creado por la Conferencia Episcopal, en la Asamblea Plenaria de abril de 2023, presentándose como un “organismo exento y autónomo que tiene como objetivo acoger, escuchar, monitorear y prevenir situaciones de violencia sexual contra niños, jóvenes y adultos vulnerables en el contexto de la Iglesia católica en Portugal, en una lógica de intervención sistémica”.
El grupo ha presentado hoy su primera memoria de actividades, en la que se muestra el trabajo realizado entre mayo y noviembre de este año. En concreto, el documento indica que algunas víctimas informaron de su intención de analizar la posibilidad de solicitar una indemnización, situación en la que hay “ambivalencia” de sentimientos, indicó Rute Agulhas.
La organización también publicó hoy un manual con buenas prácticas para prevenir y combatir casos de abuso sexual en la Iglesia católica, reafirmando el principio de “tolerancia cero” ante estas situaciones.