El nuevo pastor dijo que quiere continuar haciendo realidad esta Iglesia sinodal que peregrina en Mar del Plata
Hace menos de un mes el papa Francisco nombraba a José María Baliña, auxiliar de Buenos Aires, como el nuevo obispo de la diócesis de Mar del Plata. Hoy, a través de AICA, el nuncio apostólico Miroslaw Adamczyk, dio a conocer la aceptación de su renuncia, y nombramiento de un nuevo pastor, Gustavo Manuel Larrazábal cmf, hasta el momento auxiliar de San Juan.
El claretiano había sido designado obispo por el Santo Padre en marzo del 2022, y recibió la ordenación episcopal el 18 de junio en la capital de San Juan.
En un mensaje a la comunidad, Larrazábal expresó que este nombramiento es un “desafío inmenso para él”, pero le llena el corazón de gozo caminar junto a los marplatenses y hacer realidad la Iglesia sinodal.
Reconoció que no es un signo menor que esta designación sea en las vísperas de la beatificación del cardenal Eduardo Pironio, que es sinónimo de Mar del Plata y sinónimo de Iglesia y de un modo, precisamente, de “anunciar el Evangelio y de construir el reino en medio de nosotros”.
Aseguró su oración, y pidió que recen por él. “Espero estar prontito por allá para que recemos juntos, para que caminemos todos y cada uno de los espacios de nuestra diócesis”, enfatizó.
Por su parte, el ahora obispo emérito de Mar del Plata, Baliña, escribió una carta para explicar los motivos de su renuncia.
Allí señaló que cuando le propusieron asumir como obispo marplatense, se apresuró a aceptar porque estaba muy agradecido por la confianza del Papa. Sin embargo, no había tomado conciencia del procesos que estaba atravesando: “Hace varios meses que vengo luchando con un desprendimiento de retina, con dos operaciones y otra prevista para febrero (aparte de otras situaciones personales y familiares)”.
Ante tantos saludos, reportajes y recomendaciones recibidas al conocerse su designación, se dio cuenta que “no estaba en condiciones para asumir la misión allí”. Por lo tanto, después de un mejor discernimiento y las consultas pertinentes a la Santa Sede, decidió presentar la renuncia rápidamente para que prontamente la Iglesia marplatense pueda contar con un pastor lo antes posible.
Tras ratificar que seguirá ofreciendo su servicio sacerdotal en Buenos Aires, indicó: “Siento defraudar las expectativas, confío que este dolor se haga fecundo“.