Las madres dieron a luz de forma anónima entre 1945 y la década de 1980, siendo sus hijos vendidos a otras parejas
La Iglesia católica en Bélgica se encuentra en el punto de mira de los medios después de que ‘Het Laatste Nieuws’ dedicase esta semana un podcast a esos “hijos de la Iglesia” que fueron separados de sus madres para ser vendidos al nacer. Concretamente, tal como recoge Cathobel, 30.000 mujeres dieron a luz de forma anónima entre 1945 y la década de 1980, siendo sus hijos vendidos a otras parejas adoptivas.
Inmediatamente después de la emisión del podcast, la Conferencia Episcopal del país emitió un comunicado de prensa en el que “pedía disculpas” tanto al Gobierno flamenco como a las víctimas de adopción forzada.
Así, y escuchando los duros testimonios “la Conferencia de Obispos de Bélgica reconoce el sufrimiento que tienen que soportar un gran número de madres biológicas y niños adoptados. El dolor de la separación que experimentan las madres biológicas, independientemente de quién tomó la decisión, es un dolor latente que reconocemos, un dolor que necesita ser curado”.
Varios testimonios señalan que estas prácticas tuvieron lugar en distintos lugares de Lommel o Gante, donde había lugares vinculados a la Iglesia católica a los que las mujeres embarazadas fuera del matrimonio aparentemente acudían a refugiarse antes de dar a luz. Según los testimonios, las familias adoptivas pagarían entre 10.000 y 30.000 francos belgas por cada niño.