En su discurso dirigido a los niños de Acción Católica, el Papa pide amor “en la familia, en la parroquia, en la escuela”, así como en los lugares cotidianos “para ayudar a todos a creer que todavía es posible cambiar de rumbo, elegir la vida y volver a la esperanza”.
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“¿Saben cuántos niños han muerto en Gaza en esta última guerra? Más de tres mil. Es increíble, pero es la realidad. Y en Ucrania son más de quinientos, y en Yemen, en años de guerra, miles. Su recuerdo nos invita a ser a luces para el mundo, a tocar el corazón de tantas personas, especialmente de aquellas que pueden detener el torbellino de la violencia”, dice el Papa en su discurso, que ha entregado a los presentes.
Niños que sufren la guerra
A pesar de la situación, “la Navidad nos recuerda que Dios nos ama y que quiere estar con nosotros”. Y, de esta manera, “nos muestra su amor y nos invita a amar. Por eso Jesús nació, se hizo pequeño, vivió en familia con María y José, y sigue presente a nuestro lado y en cada uno de nosotros”.
“Este es un don maravilloso”, asevera el Papa. “Y trae consigo otro: que también nosotros podemos amarnos como hermanos. ¡Cuánta necesidad tenemos de esto hoy! ¡Tantos pueblos, tantos niños sufren a causa de la guerra!”