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Arturo Ros ya es obispo de Santander: “Demasiadas veces nos empeñamos en grandes proyectos y olvidamos lo esencial”

El nuevo pastor de Cantabria se estrena con una homilía plagada de referencias al magisterio de Francisco: “Que nuestra Iglesia sea el lugar de la misericordia infinita”





Arturo Ros ha tomado posesión esta mañana como obispo de Santander en una eucaristía que se ha celebrado en la catedral de la capital cántabra. El hasta ahora obispo auxiliar de Valencia se ha presentado a su nueva diócesis con el deseo, parafraseando al Papa Francisco, de que “nuestra Iglesia sea el lugar de la misericordia infinita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio”.



“Este tiempo presente plagado de dificultades y graves preocupaciones no tiene que hacernos olvidar lo que somos y lo que estamos llamados a ser, la Iglesia, el Pueblo de Dios en marcha”, expuso el prelado en una homilía con referencias constantes tanto al magisterio del pontífice argentino como a Henri de Lubac.

En comunión

“Caminemos juntos en esta misión, sin desfallecer”, animó a la Iglesia cántabra. Y fue más allá: “En nombre de Dios os lo pido, seamos, como nos recuerda tantas veces el Papa, ‘discípulos misioneros”, portadores de la Buena Noticia, de esperanza y de futuro”. “Y hagámoslo en comunión -insistió justo después-, como una verdadera familia de la que todos formamos parte, dando testimonio de fraternidad”.

Para el nuevo obispo de Santander, “la unidad de nuestra vida, no es asunto de técnicas o recetas: es asumir nuestro ser en el de Cristo para vivir siempre en la presencia del Padre en armonía con su voluntad y al servicio de nuestros hermanos”.

Sembradores de semillitas

A partir de ahí, Ros llevó a cabo un ejercicio de autocrítica eclesial: “Demasiadas veces nos empeñamos en grandes proyectos o en producir titulares llamativos y nos olvidamos de lo esencial”. Frente a ello, hizo un llamamiento a “ser personas amables, acogedoras, sembradoras de semillitas de bien casi imperceptibles, pero que hacen que la vida sea más agradable cada día”.

Al término de la eucaristía, Ros, visiblemente emocionado, recordó a su madre, recientemente fallecida. En la misa, también intervino el ya obispo emérito de Santander, Manuel Sánchez Monge, que se ha despedido de la diócesis realizando una biografía, en la que ha destacado la necesidad de seguir impulsando una Iglesia misionera frente a los desafíos que hoy presenta el laicismo y la falta de vocaciones. Sánchez Monge compartió con los presentes el trabajo que se viene realizando desde el plan pastoral diocesano inspirado en ‘Evangelii Gaudium’. “La comunidad cristiana es llamada a considerar, valorar, amar y vivir su esencial y significativa unión con el Papa y su obispo”, subrayó.

Entre las autoridades presentes, se encontraban la región como la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), José Luis López del Moral.

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