La laica consagrada que impulsó los ejercicios espirituales se convertirá en la primera santa del país del Papa
El mismo día que Argentina celebra la beatificación el cardenal Eduardo Pironio, creador de las Jornadas Mundial de la Juventud y referente pastoral de Francisco, la Santa Sede ha comunicado que otra argentina, Mamá Antula, será canonizada por el Papa el próximo 11 de febrero. Se convertirá así en la primera santa argentina, después que fuera beatificada en 2016 en Santiago del Estero.
Fue el pasado 24 de octubre cuando el Vaticano dio a conocer que Jorge Mario Bergoglio había dado luz verde para reconocer oficialmente la santidad de María Antonia De Paz y Figueroa, laica consagrada que vivió en el siglo XVIII y reconocida por levantar en 1975 la Santa Casa de Ejercicios Espirituales de Buenos Aires.
Tal era el tirón de la nueva santa que solo en ocho años a participar en los ejercicios ignacianos organizados por ella hasta 70.000 personas. Además del acompañamiento personal, también mantenía una activa relación epistolar con personalidades de la talla de la zarina Catalina la Grande de Rusia. Bajo el lema “llegar hasta donde Dios no sea conocido para hacerlo conocer”, sus restos descansan en la basílica Nuestra Señora de la Piedad de Buenos Aires. El milagro que se le atribuye y por el que llegará a los altares se refiere a la curación milagrosa de un ciudadano de Santa Fe que sufrió un ictus que superó un fallo multiorgánico que parecía irreversible.