Bajo el lema “Memoria, Actualidad y Promesa” se realizó en Santiago el V Encuentro Latinoamericano de Religión Popular con la participación de 25 académicos de varios países, organizado por la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).
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El acto celebró también los 50 años de estos encuentros, proyectando una red internacional de reflexión sobre este tema fundamental para la teología latinoamericana. Esta iniciativa nació en 1973, en la Facultad de Teología de dicha Universidad, como signo de toma de conciencia eclesial y teológica.
En este V Encuentro, con la metodología de seminario, durante 3 días, los participantes analizaron la riqueza de las expresiones religiosas populares que han sido fundamentales en la construcción de la identidad cultural y espiritual en América Latina. Centraron la reflexión en cuatro ejes: el concepto de religión popular; expresiones religiosas populares de pertenencias múltiples; porosidad y relacionalidad en la religión popular y dimensión transformadora de la religión popular: aspectos políticos y sinodales.
Sensibilidad religiosa
El profesor Federico Aguirre, de la Facultad de Teología de la PUC, consultado por Vida Nueva sobre este concepto de ‘religión popular’ nos dijo: “La Iglesia de América Latina surge del encuentro de dos mundos y ese encuentro da lugar a lo que hoy llamamos ‘religión popular’ que tiene que ver con las prácticas y la forma en que los pueblos latinoamericanos viven su fe, donde ha persistido, de manera más o menos explícita, una sensibilidad religiosa que proviene también de los pueblos indígenas de América Latina.
Ya en época moderna se va a llamar a esto ‘religiosidad popular’, pero en verdad, forma parte del encuentro del Evangelio con los pueblos latinoamericanos y tiene ciertas características: es un tipo de fe que se vive muy arraigada en la vida cotidiana, con muchos elementos performativos, la imagen, las procesiones, y hoy día, de hecho, es el corazón de la fe en América Latina. La gente que se declara perteneciente, hoy, a la Iglesia Católica muchos de ellos tienen prácticas de lo que podríamos llamar ‘religiosidad popular’”.
Tesoro para la Iglesia
En los diversos países del continente coexisten variadas expresiones de esa religión popular, en algunas de las cuales no siempre aparece clara su vinculación con las formas oficiales de la iglesia. Respecto a esto, el profesor Aguirre señaló: “A veces se vinculan de manera más orgánica como las prácticas y la vida teologal del pueblo que da vida a otras instancias institucionales de la Iglesia y a veces se enfrentan, como cuando la iglesia institucional no reconoce estas prácticas o no las acoge. Hay muchas prácticas que en algunos momentos fueron prohibidas por la Iglesia o por el Estado, incluso, que pervivieron, y hoy día son objeto de descubrimiento patrimonial y también de un tesoro para la vida de la iglesia.
Por tanto, es una relación compleja. Estas prácticas son muy diversas y a veces se alejan bastante del centro de ortodoxia. Yo no hablaría de dos ámbitos separados, es decir la religión popular o la fe del pueblo es un camino en dos direcciones: desde el corazón de la iglesia hasta su periferia”.
