Isidoro Mora, de Siuna, pidió oraciones por Rolando Álvarez durante una misa con motivo del 99 aniversario de la creación canónica de la Diócesis de Matagalpa
El gobierno de Nicaragua detuvo al obispo Isidoro del Carmen Mora, de la Diócesis de Siuna, según ha informado en sus redes sociales la comunidad Libertad Religiosa Nicaragua.
En un comunicado, la organización que se dedica a la defensa del derecho a la libertad religiosa, denunció el “secuestro de monseñor Isidoro Mora por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que sigue con su constante persecución contra la Iglesia Católica en Nicaragua”.
Y de acuerdo con información de la agencia de noticias EFE, la detención tuvo lugar el 20 de diciembre por agentes de la Policía Nacional de Nicaragua.
El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields Yescas, denunció también en sus redes sociales que la “dictadura de Nicaragua avanza en su jornada de ataques contra la Iglesia”, ya que con esa detención “ya serían dos obispos bajo cárcel por predicar el Evangelio”.
McFields señaló que el obispo fue detenido “por el delito” de “pedir oraciones” para el obispo Rolando Álvarez, que fue condenado a 26 años de prisión por la supuesta comisión de delitos de conspiración, propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones y desacato a la autoridad.
El obispo Mora fue detenido al día siguiente de celebrar el 99 aniversario de la creación canónica de la Diócesis de Matagalpa, que preside el obispo Álvarez, en cuya misa aseguró que la Conferencia Episcopal de Nicaragua permanece unida en oración, tanto por esa diócesis como por el obispo encarcelado.
“Quisiera expresarles el saludo de la Conferencia Episcopal. Estamos siempre unidos orando por esta amada Diócesis de Matagalpa, orando por monseñor Rolando, orando por el caminar de cada uno de ustedes”, dijo el obispo Mora en la catedral San Pedro Apóstol, en Matagalpa.
Y continuó: “Un saludo también a todos mis hermanos presbíteros de esta Diócesis que nos acompañan y como buenos servidores del Señor animan y santifican al pueblo de Dios. Mis oraciones, mi cariño y amistad por ustedes y por monseñor Rolando”.