“Se acerca el tiempo de la ternura del Señor Encarnado, en momentos de muchas dificultades en nuestra Patria, momentos donde muchísimos hermanos atraviesan situaciones de crisis“. De esta manera comienza el mensaje de la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina.
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Los miembros de este equipo afirmaron, tal lo expresado anteriormente, que es necesario recuperar la pertenencia a la Patria para construir juntos una comunidad que defienda la vida y el interés de todos, no dejando a nadie afuera. Y apoyaron la necesidad de una fraternidad que esté por encima de las diferencias, que fragmentan, dividen o enfrentan, para encontrar caminos de comunión basados en el amor por el otro.
Añadieron que la conmemoración de los 40 años de la recuperación de la democracia constituye un tiempo propicio para promover la igualdad, renunciar a toda forma de autoritarismo, y escucharnos con humildad y esperanza, para cuidar la institucionalidad y la gobernabilidad. Resaltaron el espacio de diálogo para articular la dimensión individual y personal, con la social, colectiva y estructural de la vida comunitaria, en este tiempo de la historia. “La dimensión social debe basarse en el bien común antes que en cualquier interés particular”, afirmaron.
Unidad y paz social
Los obispos de la pastoral social consideraron que se necesita trabajar la unidad entre los argentinos, y aludieron al papa Francisco quien había dicho que la verdadera libertad se expresa plenamente en la caridad porque ya que no hay libertad sin amor y sin oportunidades para todos.
“Asistimos a un escenario de fractura social, que pareciera impedir discernir que nadie se salva solo, que la auténtica libertad solo es posible con equidad, integración, con disminución de la profunda desigualdad social que nos atraviesa, con fraternidad que tenga el eje central en la sensibilidad social“, aseveraron. Además, estimaron que solamente de esta manera se podrá construir la paz social, en este momento de nuestra historia. Y agregaron que, la visión cierta de la libertad es aquella de una comunidad que se realiza incluyendo y no descartando”.
Finalmente, en el mensaje aseguraron que como portadores de la esperanza y desde el encuentro, quieren “acompañar a los más pobres en esta situación de perplejidad, discerniendo los signos de la venida del Señor” y pidiendo a María de Luján que cuide y acompañe al pueblo.