También expresó que el documento “es un no, pero si y un si, pero no”; no es claro porque no cambia la doctrina de la Iglesia. “Entiendo que hay que seguir con la práctica que la Iglesia ha tenido hasta ahora que es la de bendecir a todas las personas que piden una bendición, pero no bendecir a las parejas del mismo sexo”, aseveró.
Ante la pregunta de si la Iglesia sigue entendiendo a las parejas del mismo sexo como de “situación irregular”, Sturla reforzó la concepción de que la Iglesia es para todos, pero hay ciertas reglas. Tampoco se bendice a las parejas que no están casadas: “No se pueden bendecir uniones que la misma Iglesia dice que no están de acuerdo con el plan de Dios”.
Asimismo explicó que el mismo documento aclara que no puede haber rito y tampoco hacerlo públicamente. Crea una situación confusa. “Seguiremos con la misma práctica hasta que se aclare”, ratificó, y agregó que como no se trata de un pronunciamiento del Papa que tenga valor dogmático, hay que esperar que las aguas tomen el cauce adecuado.
Llamado a la paz
En este tiempo de Navidad, el cardenal hizo un llamado a la paz. Dijo que todas la guerras preocupan: “son un desastre”.
Con respecto a la de Tierra Santa expresó que tiene una connotación particular, porque es la tierra de Jesús. Se está dando el fenómeno de que los cristianos están desapareciendo de Medio Oriente, del lugar donde surgió el cristianismo. Se están yendo por la delicada situación que se vive en Israel, Líbano Siria e Irak.
Consultado sobre la carta de varias organizaciones (CARE, Mercy Corps y Save the Children) en la que condena el ataque de Hamas del 7 de octubre, pero advierte sobre las dificultades para trabajar en Gaza, una pesadilla humanitaria para millones de civiles, el arzobispo recordó que la única parroquia cristiana y fue atacada por las fuerzas israelíes, y eso es un dolor. “Uno entiende que el acto terrorista del 7 de octubre es un desastre, por eso la Iglesia lo condenó… nos unimos al dolor por los rehenes que están en manos de Hamas. Pero, por otro lado, la situación de los bombardeos, en los que han muerto tantos miles y miles de civiles, parecería que es una respuesta que tendría que tener su límite. Y ese es nuestro deseo. Uno reza por la paz, para que se pueda volver a lo que fue la solución de las Naciones Unidas: dos Estados para dos pueblos“.
La Iglesia en Uruguay
Sturla recordó que el papa Ratzinger, cuando era sacerdote, hizo una profecía sobre la Iglesia del futuro que se está cumpliendo: que iba a ser más pequeña, pero al mismo tiempo más vital. Cree que hay mucha gente con vocación espiritual y la Iglesia tiene que acompañar esa búsqueda de sentido. Hay gente a la que no le interesa nada, y hay otra que tiene esa vocación, pero su camino es lejos de una institución o religión determinada. La tarea de esta Iglesia más pequeña es servir a los otros y anunciar el Evangelio. La Iglesia de Montevideo está en ese camino.
Con respecto al tema de la ley del aborto, señaló que esperan que este gobierno realice la derogación: “Yo pienso que va a ser algo de futuro. Va a llegar un momento en que la gente va a decir que esto que estamos haciendo no puede ser, que la vida humana existe desde la concepción“. Agregó que “Hay una ola que se ha creado con los nuevos derechos, que separan los derechos humanos de lo que es la ley natural”.
En cuanto a la ley de eutanasia que se aprobará este año, explicó que en la Iglesia hay comisiones de salud y de Ética, que han ido al Parlamento, y están formando en esta materia a católicos y no católicos. No es un tema para tomar de forma urgente, hay que pensarlo porque muchas veces “se presenta como una cuestión compasiva con el que sufre, pero en realidad es un cambio de perspectiva sobre el sentido de la vida”. Especificó que la Iglesia se opone con el ensañamiento terapéutico y aplaude la ley de cuidados paliativos, y estuvieron de acuerdo con la ley de voluntad anticipada, pero sin que esto tenga que ver con la eutanasia.