La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha querido hacerse presente en el Encuentro Europeo de Jóvenes organizado por la comunidad ecuménica de Taizé en Eslovenia a través de una carta en la que invita a los peregrinos a “crear un espacio paneuropeo para el diálogo y la reconciliación” para “salir de nuestras burbujas sociales” y cambiar los prejuicios por comprensión.
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“El mundo que nos rodea se está fracturando y polarizando”, lamenta la mandataria europea, que recuerda en su escrito que “la guerra ha regresado a Europa y Oriente Medio”. Lamentablemente, la presidenta de la Comisión alertó de cómo “la fe se utiliza para separar a las personas en lugar de unirlas”, en tanto que “fuerzas extremas están tratando de sembrar división dentro de nuestras sociedades, en lugar de fomentar la cooperación para el bien común”. De hecho, no duda en referirse al terrorismo de Hamás, pero también denuncia que “el antisemitismo, el racismo y el odio antimusulmán están volviendo a aumentar”.
Mirada esperanzadora
“Todo esto es peligroso, pero nada es inevitable”, señala justo después, con una mirada esperanzadora: “La historia de Taizé –y de Europa– nos enseña que la diversidad no tiene por qué conducir a la división y que la reconciliación siempre es posible”. “Todo en Taizé habla de unidad en la diversidad”, apunta la política belga.
En este sentido, pone como ejemplo el acuerdo final de la Cumbre del Clima de Dubái: “Al final, el mundo llegó a un acuerdo -por primera vez en la historia- sobre la necesidad de alejarse de los combustibles fósiles”. “Este puede ser el comienzo de una nueva era, donde la humanidad y el resto de la creación finalmente se reconciliarán”, confía.
Von der Leyen no es ajena a la realidad de Taizé, no solo porque viajó hasta la comunidad francesa en el verano de 2022, sino que además llegó a confesar que la manera de afrontar la fe de los monjes le permitió salir adelante tras el fallecimiento de una de sus hermanas.
