“Estos 150 años de la congregación son un momento para agradecer la herencia que hemos recibido”. Así se ha manifestado Montserrat del Pozo, madre general de las Religiosas Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret al cerrar este 2 de enero la Asamblea Extraordinaria que las religiosas han celebrado en Canarias. 160 hermanas de los cinco continentes se han reunido en la Residencia Universitaria Nazaret de La Laguna desde el pasado 24 de diciembre para ratificar su compromiso según informan desde la diócesis de Tenerife.
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Mirando al futuro
Dentro del programa de la asamblea las participantes participaron en una eucaristía presidida por el obispo nivariense, Bernardo Álvarez, el pasado 30 de diciembre, en la catedral de la diócesis. Además, el domingo 31, en la iglesia de Santiago Apóstol del Realejo Alto, realizaron su primera profesión tres novicias de la congregación: Carol, Diana y Rosa.
Montserrat del Pozo destacó que “estos 150 años son un momento de gracia, un momento de plenitud donde hemos podido agradecer, de todo corazón, la herencia que hemos recibido. Asimismo, es una oportunidad para mirar al futuro. Queremos seguir proyectando nuestra labor y nuestra misión en beneficio de toda la sociedad”. “Educar a jóvenes y niños para que puedan formar familias cristianas es un mensaje muy actual. La familia es el núcleo, la célula, es el órgano que ayuda a vitalizar toda la sociedad. Por tanto, debemos seguir trabajando en favor de una familia sana y abierta. Una familia donde haya unas buenas relaciones interpersonales y donde se puedan ayudar los unos a los otros”, recalcó la superiora sobre la actualidad del mensaje del fundador, el Padre Manyanet.