24 horas ha tardado el obispo de Livorno, Simone Giusti, en decretar la excomunión de un sacerdote de su diócesis, Ramon Guidetti, después de que este llamase a Francisco “antipapa” en una homilía.
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Los hechos ocurrían después de que, el pasado 31 de diciembre, Guidetti, que ya está destituido como párroco de San Ranieri tal como informa la diócesis en su web, “durante la celebración eucarística” cometiese “públicamente un acto de carácter cismático”. La excomunión llegaba el mismo 1 de enero, con un acta formal entregada al sacerdote.
Y es que Guidetti, en la celebración de una eucaristía conmemorativa de Benedicto XIV un año después de su muerte, afirmó que Francisco “no es el Papa” sino “un usurpador”. Además, según recogieron los medios locales, aseguró que Bergoglio es un “jesuita masón vinculado a las potencias mundiales”.
“Pedro ya no es un santo”
Además, explicó que recientemente un rayo cayó sobre una estatua de San Pedro en un santuario cercano a Buenos Aires, la ciudad natal de Francisco, y que la descarga calcinó el halo y las llaves de la escultura. “El halo, porque Pedro ya no es un santo (…) Y las llaves porque el buen Benedicto se las quedó”, afirmó.
En el acta de excomunión se explica que, por estas palabras, Guidetti “realizó públicamente un acto de naturaleza cismática, rechazando la sumisión al Sumo Pontífice y la comunión con los miembros de la Iglesia sometidos a él”. Por ello, la diócesis de Livorno ha pedido en el comunicado a sus sacerdotes y fieles “no participar en eventuales celebraciones u otras prácticas de culto” del cura sancionado, ya que eso conllevaría “ipso facto la gravísima pena de la excomunión”.