La Archidiócesis de Toledo se desmarca de la iniciativa de un grupo de sacerdotes de Toledo que han impulsado en estos días una petición en la plataforma ciudadana Change.org, para solicitar al Papa Francisco que anule la declaración ‘Fiducia supplicans’, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que permite bendecir a parejas formadas por personas del mismo sexo o divorciados y vueltos a casar.
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Así se interpreta el extenso comunicado de tres páginas dirigido a los curas de la región firmado por el arzobispo primado de España, Francisco Cerro, y el obispo auxiliar y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán. Aunque no citan expresamente la movilización digital de ese grupo de presbíteros ni hacen referencia a la prohibición de las bendiciones en la Prelatura peruana de Moyabamba -con una estrecha vinculación a Toledo-, tanto Cerro como García Magán cierran filas en torno al documento que “participa del Magisterio ordinario del Papa, por llevar la firma del Sumo Pontífice”.
Praxis eclesial
Aunque detallan que el texto vaticano “no se trata de una intervención definitiva o irreformable”, sí subrayan que “pertenece a ese orden de verdades que el Magisterio propone como doctrina católica, que pide un religioso asentimiento de voluntad y entendimiento, puesto que autoritativamente está por encima de cualquier otra interpretación de la Palabra de Dios”. Así, apuntan que la Declaración no propone “nuevas verdades de fe”, sino que recuerda “cuestiones perennes”, eso sí, “actualizando alguna praxis eclesial”.
Es ahí donde Cerro y García Magán enmarcan lo que denominan como el “nuevo género” de las “bendiciones pastorales” y no litúrgicas, a la vez que dejan caer el que el propio término “bendición” puede que “se preste a confusión”. Ambos prelados son conscientes de que su aplicación “para algunos más tiempo, más consultas”, pero les llama a llevar a cabo su ministerio desde “ese espíritu de prudente docilidad que se sitúa en la lógica de la ‘obediencia de la fe’”.
No a la confrontación
“Os pedimos a todos un esfuerzo por acoger esta palabra autorizada de la Iglesia”, instan a los curas toledanos, con una apostilla: “Tratándose del magisterio del sucesor de Pedro, con mucha más razón”.
Con esta premisa, se da otra indicación concreta que sí parece dirigirse a los sacerdotes que se han declarado en rebeldía públicamente en estos días: “Evitar la dialéctica pública de confrontación”. “Toda duda o aclaración necesaria se puede dirigir por cauces internos, más conformes al espíritu de familia que debería caracterizar la vida de la Iglesia. Tampoco es sano el señalamiento de los que manifiestan su opinión”, sentencias los obispos. De hecho, advierten que “el maligno puede enredarnos con un falso celo que suscite la animadversión entre hermanos sacerdotes o respecto de la autoridad de la Iglesia”. “La herida de la unidad de la Iglesia ha demostrado siempre producir daños más profundos y permanentes que la mayoría de discusiones teológicas”, aseveran justo después.
Comprender el fondo
En esta misma línea, lanzan otra consigna a los curas toledanos: “No se puede rechazar de plano, aunque por su naturaleza, pueda ser ulteriormente precisable”. “Esforcémonos por comprender el fondo del documento, con la necesaria acogida integral de la doctrina de la Iglesia”, recomiendan el arzobispo y el secretario general de los obispos españoles que invitan al “ejercicio del discernimiento de cada pastor”.
“Ni hay obligación automática de hacerlo ni de no hacerlo”, comentan luego, subrayando que “cada uno es responsable ante Dios y ante su propia conciencia, que incluye el deber de formarse bien y ser dóciles al Espíritu Santo y a sus mediaciones”. Con estas premisas, se insta a realizar el ministerio con “prudencia” y “evitamiento del escándalo”, lo que implica “transmitir este mismo espíritu a todo el Pueblo de Dios”.
Reforma en la continuidad
El arzobispo y el obispo dan un paso al frente con este mensaje a los sacerdotes de Toledo tras la nueva nota explicativa emitida ayer 4 de enero por Doctrina de la Fe en la que “invitaba a los obispos a concretar en sus diócesis esta nueva praxis eclesial”. “Nos sentimos movidos a dirigiros estas indicaciones, con la intención de que contribuyan a leer el documento en esa hermenéutica de la ‘reforma en la continuidad’ y que permitan mantener nuestra comunión eclesial con Jesucristo, que pasa por la comunión con el Sucesor de Pedro”, escriben el arzobispo y el obispo. A la par, reconocen que “venimos siguiendo con preocupación la situación generada tras la publicación de la Declaración” y se hacen eco de los comentarios de “perplejidad” por parte del clero local.
Además, en la misiva a los sacerdotes, el arzobispo y el obispo auxiliar repasan los principales puntos tanto de ‘Fiducia Supplicans’ como de la nota aclaratoria emitida ayer, esto es, el hecho de que las bendiciones no se confundan con un sacramento, que se eviten los rituales…