Ingeniero agrónomo y doctor en Derecho, dejó atrás su experiencia como político –fue ministro de Trabajo y Asuntos Sociales con José María Aznar– y como mediador de crisis. Fundó la editorial Almuzara que está a unos meses de cumplir los veinte años de vida con cuatro mil títulos publicados, trece sellos consolidados –que engloban literatura, ciencia, ensayo, divulgación y poesía– y con presencia en dos países: España y México, desde donde distribuye a toda América, Estados Unidos incluido. Precisamente en su sello publica ‘La venganza del campo’, que solo en un mes ha alcanzado las cuatro ediciones vendidas. En sus páginas nos advierte de que “estamos jugando con las cosas de comer”…
PREGUNTA.- ¿La agricultura se está vengando de una sociedad urbana que la ha ridiculizado?
RESPUESTA.- Durante décadas, los alimentos tuvieron precios muy bajos y dejaron de preocupar a la sociedad. Como consecuencia, los agricultores dejaron de interesarle, primero, para despreciarlos a continuación.
P.- Si hasta ayer sobraban alimentos, ¿por qué parecen faltar ahora?
R.- Las limitaciones europeas a la producción agraria, la desglobalización y la sequía disminuyen la producción agraria y encarecen los precios.
P.- ¿Se debe a problemas agronómicos? ¿La agricultura y la ganadería son incapaces de abastecer la demanda mundial?
R.- El sector primario es capaz de abastecer a la población mundial… si le dejan hacerlo, claro está, si lo valoran y le permiten una razonable rentabilidad. Nada de esto se cumple ahora.
P.- ¿Dónde están esos desajustes que se producen en su distribución global, que es el talón de Aquiles del problema? Clima, plagas, falta de agua…
R.- Mientras la globalización funcionó como un reloj, los alimentos procedían de donde era más eficiente su producción. Al imponerse trabas y aduanas, se producen desajustes y se encarecen. Además, los conflictos geopolíticos hacen los mares inseguros, lo que encarece el transporte. Por si fuera poco, en España sufrimos una dura sequía. (…)
P.- ¿Le puedo preguntar si es un hombre de fe?
R.- Sí, lo soy.
P.- Ignoro si en su etapa de ministro pudo tener alguna audiencia con un Papa, pero sí desearía saber qué le trasladaría al actual Pontífice si pudiera verle…
R.- Conocí a Juan Pablo II cuando fui como ministro a una beatificación de españoles. Valoro al papa Francisco, su misión es ahora más necesaria que nunca en este mundo en perplejidad.