Con las detenciones de al menos 15 sacerdotes y el obispo de Siuna, Isidoro Mora, registradas en el último mes, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, “muestra no sólo el afán de instaurar un poder dinástico injusto y violento, sino también el miedo y la debilidad de un sistema anacrónico e inhumano ante la fuerza de la verdad y del amor”.
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Así lo afirmó el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, al presidir la misa con motivo de la Solemnidad de la Epifanía en la ciudad de Los Ángeles, California, Estados Unidos, país en el que se encuentra en el exilio desde 2019 cuando el Vaticano recibió información de que el régimen sandinista preparaba un atentado contra su vida, pues había sido una voz crítica del gobierno.
En su homilía, Báez aseveró que su país sufre “a causa de un sistema dictatorial, sostenido por personas con la mente y el corazón oscurecido, cuya única ley es la ambición desmedida, la irracionalidad, la venganza, el odio”.
Al referirse al presidente Daniel Ortega, quien desde el 2018 lleva a cabo una persecución religiosa en Nicaragua, el obispo Báez señaló: “todos los tiranos pasan, y un día ya no están, quedando olvidados y condenados por Dios y por la historia”.
Al hacer referencia al ejemplo de los Magos de Oriente, dijo: “nos enseñan a caminar en la vida sin detener el paso, pero sin vivir obsesionados por la prisa”.
En ese sentido, añadió: “los cambios sociales son todavía más lentos y complejos cuando, como en el caso de nuestro país, hay que superar tantos vicios sociales y políticos que han dominado nuestra historia, tales como el sometimiento de la ley a las arbitrariedades de los poderosos o la indiferencia de gran parte de la ciudadanía frente a la realidad social y política”.
Un nuevo llamado de la ONU
Por su parte, en su cuenta en la red social X, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para América Central (OACNUDH) hizo un llamado al gobierno de Nicaragua para que informe urgentemente “el paradero del obispo Isidoro Mora, víctima de desaparición forzada desde hace 16 días. Ocultar esta información y aislarlo de su familia y representante legales pone en riesgo su vida e integridad”.
Ya desde el 28 de diciembre este mismo organismo de la ONU había emitido otro mensaje en el que condenó dicha desaparición y la “nueva ola de detenciones de religiosos”, lo que, dijo, “atenta contra su libertad personal, violaría el derecho a la libertad religiosa, pilar de cualquier Estado democrático”.
Cabe mencionar que este fin de semana en la Arquidiócesis de Managua, el cardenal Leopoldo Brenes ordenó nueve sacerdotes, por lo que dio gracias a Dios y señaló que incluso en otras diócesis tienen años sin tener ordenaciones, por lo que dijo “es un regalo del Señor”.
