“Para mí, por supuesto, es una experiencia inolvidable porque es el primer Papa al que pude estrechar la mano o intercambiar algunas palabras”. Estas fueron, tal como recoge Vatican News, las palabras de Franz Beckenbauer tras la audiencia que tuvo con Benedicto XVI el 26 de octubre de 2005.
La conversación duró menos de un minuto, sin embargo, como dijo el futbolista –apodado ‘kaiser’ y que fallecía ayer a los 78 años–, fue “el momento más hermoso de mi vida. Después de todo, fui criado como cristiano y católico y mis pensamientos siempre están dirigidos hacia arriba”.
“La humanidad lo necesita más que nunca”
“Por supuesto que no podía esperar a que llegara este momento porque creo que es un gran representante del mundo cristiano. Y también le dije que le deseo todo lo mejor, especialmente una larga vida, porque la humanidad lo necesita más que nunca antes”, aseguraba entonces.
Beckenbauer fue uno de los mejores futbolistas del mundo. Tras unirse al Bayern de Múnich como jugador juvenil, rápidamente se estableció como un jugador clave para el club bávaro, ganando cuatro títulos de campeonato nacional y ganando la Copa de Europa y la Copa del Mundo tres veces. Con elegancia y soltura en el terreno de juego, redefinió el papel del defensa y coronó su carrera ganando el Mundial de 1974.