“Su presencia y su mensaje van a contribuir a la unidad de todos”. Así fueron las palabras del presidente argentino Javier Milei, dirigidas al papa Francisco para que visite el país.
Hace unos días, en una invitación personal la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, había recibido al titular de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, obispo de San Isidro. Hoy, en conferencia de prensa, el vocero presidencial Manuel Adorni, adelantó la noticia y luego presentaron la carta para su difusión.
El presidente de la Nación agradeció al Papa el “significativo llamado telefónico del 22 de noviembre”, después de su lección. Asimismo, valoró sus consejos y los deseos de coraje y sabiduría para emprender el desafío de dirigir los “destinos de nuestra Patria y de nuestros conciudadanos”.
Aprovechó esta misiva para agradecer la presencia del representante papal, Alberto Ortega Martín, nuncio apostólico en Chile, en la asunción presidencial realizada el pasado 10 de diciembre.
Milei sostuvo que, en lo personal, “sus palabras fueron un gesto de aliento, además de afianzar mi convencimiento sobre la urgencia de transformar la realidad que atraviesa nuestro país para asegurar la paz y prosperidad, mediante las reformas sociales y políticas que son tan necesarias”.
El texto de la carta plantea la situación crítica del país: “Santidad, los argentinos atravesamos tiempos de aflicción y de esperanza. Observamos a nuestro alrededor como la pobreza con sus diferentes rostros y consecuencias alcanza a la mitad de todos nuestros compatriotas. Nuestra economía se encuentra en estado crítico y es preciso adoptar medidas urgentes para evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas”, reconoció el mandatario.
Por tal motivo, le explica al Papa que en las primeras semanas de gobierno propuso una serie de medidas de gobierno destinadas a transformar la situación la Argentina. Luego, le asegura que es consciente que estas decisiones pueden profundizar inequidades, pero su máxima prioridad es proteger a nuestros compatriotas vulnerables, “agradeciendo la colaboración de la Iglesia católica, cuya acción en campo social es invaluable”.
“Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria“, confesó el presidente elegido por los argentinos. Además, se mostró accesible a las fechas y los lugares que se indiquen, teniendo presente el deseo generalizado de muchas comunidades de contar con su presencia y transmitirle filial afecto.
Consideró que el viaje traerá frutos de pacificación y de hermandad de todos los argentinos, “ansiosos de superar nuestras divisiones y enfrentamientos”, y aunque cree que el tiempo es escaso, espera que pueda viajar al país para alegría de todo el pueblo.
Finalmente, Milei destacó que “Su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina”.