“La laicidad no es sinónimo de secularismo”. Así lo ha recordado el papa Francisco en su audiencia de este jueves con los miembros del Instituto Secular de los Sacerdotes Misioneros de la Realeza de Cristo.
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“La secularidad es una dimensión de la Iglesia, llamada a servir y dar testimonio del Reino de Dios en este mundo. Y la consagración viene a radicalizar esta dimensión, que claramente no es la única, sino complementaria de la escatológica. La Iglesia, cada bautizado, está en el mundo, es para el mundo, pero no es del mundo”, ha insistido.
Vivir y expresar la secularidad
Por tanto, “si la secularidad es una dimensión de la Iglesia, tanto los laicos como los clérigos están llamados a vivirla y expresarla, aunque de manera diferente”. De esta manera, “cada uno lo realiza según su propia condición en la línea del misterio de la Encarnación”.
“Queridos hermanos, que la fidelidad a esta vocación vuestra os proteja de dos tendencias hoy muy extendidas, incluso entre los sacerdotes: la autorreferencialidad y la mundanidad”, ha expresado Francisco, ya que “ninguno de nosotros es completamente inmune a ello”. Por ello, para el Papa, “debemos reconocerlo y reaccionar con la gracia del Señor”.
