El papa Francisco ha recibido hoy en el Vaticano a los miembros del Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén por la celebración del primer centenario de esta institución. Entre los asistentes se encontraba el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén. Y, motivo de este centenario, el Papa les ha instado a “no perder de vista este tipo de acercamiento a la Escritura”.
- OFERTA: Año nuevo, Vida Nueva: este 2024 consigue tu suscripción anual a la revista en papel por solo 99,99 euros
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Invertir en Infancia Misionera
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Y es que, tal como ha señalado Francisco, “el estudio riguroso y científico de las fuentes bíblicas, enriquecido con los métodos más modernos y las disciplinas afines, puede combinarse siempre con el contacto con la vida del santo pueblo de Dios y orientado a su servicio pastoral, en armonía y en beneficio de vuestro carisma específico en la Iglesia”.
“En este tiempo en el que el Señor nos pide escuchar y conocer mejor su Palabra”, ha continuado el Papa, “para hacerla resonar en el mundo de manera cada vez más comprensible, vuestro trabajo discreto y apasionado es más precioso que nunca”.
Preocupación por Tierra Santa
La situación actual de Tierra Santa y de los pueblos que la habitan, ha subrayado el Papa, “nos involucra y duele”, ya que “es muy grave desde todo punto de vista. Es muy serio”. Él, ha reconocido, escucha habitualmente las palabras del vicario de la Custodia de Tierra Santa, Ibrahim Faltas, y se comunica “todos los días” con la parroquia de Gaza, “donde tanto sufren esta situación”.
“La situación es muy grave”, ha aseverado Francisco. “Debemos orar y actuar incansablemente para que cese esta tragedia. Que esto sea para vosotros un estímulo aún mayor para profundizar en las razones y la calidad de vuestra presencia en aquellos lugares atormentados, de vuestra presencia allí, en el martirio de ese pueblo, en el que están arraigadas las raíces de nuestra fe”.