“A nivel internacional, somos testigos de muchas injusticias que empujan a los países pobres a una posición desventajosa en términos de acceso y uso de los recursos disponibles, dejándolos a merced de los países más ricos y de entidades industriales que parecen insensibles ante aquellos que no pueden afirmarse en términos económicos, incluso cuando están en juego necesidades y derechos fundamentales”. Son palabras que el papa Francisco ha enviado en su mensaje a los participantes en la conferencia organizada por la Pontificia Academia para la Vida, que se desarrolla en el Vaticano del 18 al 19 de enero de 2024, sobre el tema ‘La Declaración de Helsinki: Investigación en entornos de escasos recursos’.
- OFERTA: Año nuevo, Vida Nueva: este 2024 consigue tu suscripción anual a la revista en papel por solo 99,99 euros
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Solidaridad real con los migrantes
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
“Se trata de cuestiones que también conciernen a tecnologías como la inteligencia artificial”, continúa el Papa. “Es muy importante evitar que se produzcan desigualdades también en el ámbito de la asistencia sanitaria y la investigación clínica. No podemos subordinar el cuidado, que representa la actitud esencial que permite que la vida humana progrese mediante la entrega de una persona a otra, a las mentalidades reduccionistas del mercado y de la tecnología”.
Aprender de la pandemia
En este sentido, el papa subraya “el hecho de que respetar la libertad de las diferentes comunidades involucradas significa apreciar también sus diversas sensibilidades culturales, que no deben verse perjudicadas por patrones de conocimiento y prácticas sociales que no reconocen como propios”.
“Tras la experiencia de la pandemia”, concluye, “hemos visto lo importante que es proporcionar formas de gobernanza que vayan más allá de las que están disponibles para las naciones individuales. En este sentido, es necesario fomentar una manera de pensar la comunidad internacional que sirva eficazmente a la familia humana, recurriendo a una perspectiva de amistad social y de fraternidad universal”.