Rino Fisichella ha presentado hoy las iniciativas para este 2024, denominado Año de la Oración como preparación al Jubileo 2025
El Papa creará este año una ‘escuela de oración’ en la que se reunirá con distintos grupos para “orar juntos incluyendo algunas formas de oración: de la oración de acción de gracias a la oración de intercesión; de la oración contemplativa a la oración de consolación; de la oración de adoración a la oración de súplica…”. Así lo ha explicado hoy Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, en la rueda de prensa de presentación del Año de la Oración, que ha tenido lugar hoy en la Santa Sede.
“En las últimas semanas, en varias ocasiones, el Papa Francisco se ha referido a este año 2024 como el Año de la Oración”, apuntó Fisichella durante su discurso. De esta manera, 2024 será un “año de preparación al Jubileo 2025”, así como “un año durante el cual deberá emerger mayormente el horizonte espiritual del evento jubilar, que va mucho más allá de cualquier forma necesaria y urgente de organización estructural”.
De esta manera, “para que el Jubileo sea un evento que enriquezca espiritualmente la vida de la Iglesia y de todo el pueblo de Dios, convirtiéndose en signo concreto de esperanza, es necesario prepararlo y vivirlo en las comunidades con ese espíritu de expectativa típico de la esperanza cristiana”. En este sentido, “el Año de la Oración corresponde plenamente a esta necesidad”.
Este periodo será, tal como ha apuntado Fisichella, “un momento privilegiado para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de la oración diaria en la vida cristiana; cómo orar, y sobre todo cómo educar a orar hoy, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda”. “No podemos ocultar que estos años demuestran una profunda necesidad de espiritualidad”, ha continuado el pro-prefecto. “Cuanto más fuerte se vuelve el grito de la tecnología que parece corresponder a todos nuestros deseos, más profunda es la necesidad de una verdadera espiritualidad que lleve a cada persona al encuentro de sí misma en la verdad de su propia existencia y, por tanto, en una relación coherente con Dios”.
“Son muchas las personas que oran todos los días; tal vez, me atrevo a decir, todos oran”, ha continuado Fisichella.” Ninguna estadística lograría responder con cifras y porcentajes correctos a este momento tan íntimo de las personas que viven la pluriformidad de la oración como un momento totalmente personal. Desde aquellos que se persignan rápidamente hasta aquellos que participan en la Eucaristía diaria, existe una gama tan amplia de formas de orar que nadie puede describir completamente. Desde la oración rápida hasta la oración distraída; desde la oración contemplativa hasta la oración llena de lágrimas de dolor… la oración no se deja atrapar en un esquema preestablecido porque es la relación personal del creyente con Dios mismo, dentro de esa relación íntima y exclusiva que distingue nuestra fe”.
Por este motivo, el Dicasterio ha preparado “una serie de instrumentos y subsidios que acompañarán los próximos meses y que pueden constituir una ‘sinfonía’ de oración que la comunidad cristiana y cada creyente pueden utilizar”. Por otra parte, ha señalado la publicación ocho volúmenes titulada ‘Apuntes sobre la oración’, el primero de los cuales, ‘Orar hoy, un desafío a superar’, escrito por el cardenal Angelo Comastri y con prefacio del papa Francisco, ha sido publicado hoy por la Libreria Editrice Vaticana.