Mario Eduardo Dorsonville, obispo de Houma-Thibodaux y oriundo de Colombia, falleció en la tarde del viernes 19 de enero a los 63 años “tras complicaciones derivadas de recientes problemas de salud”.
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El prelado colombiano iba a cumplir un año en el gobierno pastoral de esta jurisdicción, sufragánea a la arquidiócesis de Nueva Orleans, sur de EEUU. Fue el 1.º de febrero de 2023, cuando Francisco lo nombró titular para relevar a Shelton J. Fabre.
Simon Peter Engurait, vicario general de Houma-Thibodaux, lamentó el ‘inesperado deceso’ y pidió oraciones por el eterno descanso “mientras empezamos a navegar por estos momentos de incertidumbre”.
Semblanza del prelado
Mario Eduardo Dorsonville nació el 30 de octubre de 1960 en Bogotá, capital de Colombia. Ingresó al seminario teológico de Bogotá, donde se licenció en filosofía y teología.
Fue ordenado sacerdote el 23 de noviembre de 1985. En sus primeros años de ministerio ejerció varios cargos: vicario parroquial de la parroquia Inmaculado Corazón de María de Bogotá, capellán de la Universidad Nacional de Colombia, párroco de la parroquia San José de Calasanz de Bogotá y profesor de ética en la Universidad Nacional de Colombia.
En 1991, obtiene la licenciatura en ‘sagrada teología’ de la Universidad Javeriana. Parte a Washington para cursar un doctorado en la Universidad Católica de América. Desde entonces prestó su servició en varias parroquias de Arlington hasta que en 1999 decide incardinarse en la archidiócesis de Washington.
Defensor de los migrantes
En su periplo como sacerdote, ya radicado en EEUU, ocupó varios cargos como vicepresidente para misiones de Catholic Charities de Washington y director del Centro Católico Español. Además fue director espiritual adjunto del Seminario San Juan Pablo II.
También fue miembro del consejo de sacerdotes y miembro del colegio de consultores de la arquidiócesis de Washington. De 2010 a 2011 fue mentor de los sacerdotes recién ordenados.
Fue el 20 de marzo de 2015 cuando el Papa lo nombra auxiliar de Washington. Como obispo se dedicó a la defensa de migrantes, promoviendo la reforma migratoria. Instó al entonces presidente Donald Trump Trump a restablecer el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). Tarea que continuó en la administración de Joe Biden.
En su momento el prelado afirmó que “ya sea huyendo de la guerra, de desastres naturales o de la persecución, las contribuciones positivas de los refugiados en nuestra sociedad han sido bien documentadas”, consideraba a los migrantes como “los miembros vulnerables de la misma familia humana a la que nosotros mismos pertenecemos”.
Foto: El Pregonero
