El Seminario Conciliar de Madrid contará con un Grupo Consultor “para ofrecer pistas y asesoramiento al rector del seminario y al equipo de formadores”, con los que han de reunirse de forma periódica “para contrastar visiones y retos, así como ofrecer la visión y peticiones que la diócesis hace al proceso formativo y la organización del seminario”, según ha informado hoy el Arzobispado en un comunicado. Tres laicas, una religiosa y tres sacerdotes forman este sanedrín nombrado por el cardenal arzobispo, José Cobo.
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Según el comunicado, este grupo, nombrado por tres años, tiene la misión de “asesorar y conectar de forma más intensa la formación y las actividades del seminario de Madrid con las necesidades y la vida diocesana”, para que el centro de estudios no sea una isla, sino que tenga más ecos de la realidad de las parroquias e incorporar diferentes sensibilidades.
Del mismo modo, tiene el encargo de escuchar a los seminaristas “y poder visitar las distintas comunidades para conocer y proponer los retos que se plantean y hacer llegar la voz de la vida diocesana”. Un proceso que tendrá dos direcciones; por un lado, “acercar la vida del seminario a la diócesis, y por otro, la vida de la diócesis y sus necesidades al seminario”.
Las siete personas del equipo son José Manuel Sacristán, párroco de Canencia; Lorenzo de Santos, director del Instituto Superior de Pastoral; Rafael Herruzo, párroco de Nuestra Señora de Europa; Julia García Monge, religiosa calasancia; y las laicas Marta Medina Balguerias -profesora de la Universidad Pontificia Comillas-, Julia Parra -vinculada a Manos Unidas- y Leticia Arroyo Rufo -catequista de la parroquia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago El Menor (La Elipa).
De esta manera, se materializan algunos de los requerimientos recogidos tanto en la ‘Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis’ vaticana firmada hace ocho años, como en la elaborada posteriormente por la Conferencia Episcopal, que pasa por el hecho de que las mujeres entren al seminario y que los futuros sacerdotes sean hombres conectados con las heridas del mundo de hoy.
Audiencia con el papa Francisco
El cardenal Cobo lleva la avanzadilla en lo que a la reforma de los seminarios se refiere. Esta es una respuesta a la cumbre vaticana del 28 de noviembre, que llevó a los obispos a Roma para reunirse con el Papa y el Dicasterio para el Clero con la formación de los sacerdotes como único punto de la agenda del día.
En este sentido, el próximo 3 de febrero el Pontífice recibirá en audiencia a los formadores y 84 formandos de todas las etapas del seminario, a petición del cardenal. La reunión con Francisco se enmarca además en el viaje del purpurado a Roma para tomar posesión de la iglesia de Santa María de Montserrat de los Españoles, el templo que se le asignó tras ser creado cardenal.
No es la primera vez que el Papa se encuentra con los candidatos al sacerdocio de la capital española, pero sí ha tenido que pasar más de una década para que se repita la escena. La anterior cita la mantuvo con otra generación completamente diferente. Fue el 6 de julio de 2013, con el cardenal Antonio María Rouco Varela como arzobispo. Entonces como ahora, no acudieron al encuentro los jóvenes pertenecientes al seminario Redemptoris Mater, gestionado por el Camino Neocatecumenal, aun estando dentro de la Archidiócesis.
Cambios en toda España antes de 2026
Según ha podido confirmar Vida Nueva, este encuentro papal no sería casual, sino que podría estar enmarcado en el contexto de la lupa que tiene puesta desde hace años la Santa Sede sobre los seminarios españoles. O lo que es lo mismo, los cambios solicitados por Roma tendrían en Madrid su laboratorio de referencia para, desde ahí, contagiarse al resto del país.
Por eso, este encuentro del Sucesor de Pedro con los seminaristas madrileños en el que se espera un diálogo abierto a la manera de los obispos en octubre, buscaría que los jóvenes participantes conozcan de primera mano qué espera el Papa y la Iglesia de ellos, y cómo es el modelo de pastor que han de encarnar.
Esta cita con los seminaristas, de forma implícita, se convierte también en un recordatorio a los obispos de que ni el Papa ni el Dicasterio se olvidan de los 12 folios de directrices para reestructurar los seminarios de aquí a tres años, en fondo y forma. Al parecer, los pastores españoles ya estarían manos a la obra para ver cómo se reagrupan los diferentes centros frente al descenso de las vocaciones y cuáles serían las facultades de teología de referencia.
