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Un estudio en Estados Unidos revela la importancia de los padres y abuelos en el crecimiento de las vocaciones religiosas

En preparación para el Día Mundial de Oración por la Vida Consagrada, a efectuarse el 2 de febrero, la Iglesia católica ofrece datos reveladores sobre el perfil de los religiosos y religiosas ordenados en 2023





Este 2 de febrero, la Iglesia católica celebrará el Día Mundial de Oración por la Vida Consagrada, y en ese contexto el Comité sobre el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), dio a conocer los datos obtenidos de una encuesta aplicada a 48 hombres y 53 mujeres pertenecientes a la vida consagrada, que fueron ordenados en 2023.



Entre los datos que arrojó el estudio se encuentra, en primer lugar, que la edad promedio de los religiosos ordenados en 2023 es de 36 años. Si bien la media de los religiosos que respondieron tiene 33 años o menos, el promedio se alteró debido a que el mayor tiene 78 años.

Tres de cada cuatro encuestados (un 76%) nacieron en Estados Unidos, y los que no nacieron en ese país, llegaron a vivir a Estados Unidos a los 19 años de edad, en promedio, y vivieron al menos 18 años en la Unión Americana antes de realizar su profesión perpetua.

El 67% de los religiosos son caucásicos, europeos, estadounidenses o blancos; el 12% son asiáticos, de las islas del Pacífico o hawaianos; el 9% son hispanos o latinos; el 7% son africanos o afroamericanos y el 5% son de otras nacionalidades.

Consagrados criados por sus padres biológicos

El 99% de los consagrados fueron criados por sus padres biológicos durante su infancia. Además, uno de cada dieciséis, es decir el 7%, informa haber sido criado por sus abuelos durante su parte formativa de la infancia.

La mayoría de los encuestados, un 84%, sirvieron en al menos un ministerio de la Iglesia antes de ingresar a su instituto. Las experiencias ministeriales más comunes fueron el servidor del altar (51%), el ministerio de la juventud/campus (50%), la formación de fe, el ministerio de catequesis o en el Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RCIA), un 48 %) y como lectores (46 %).

Asimismo, 8 de cada 10 encuestados, es decir, un 82%, señala que alguien los animó a considerar una vocación religiosa. “Las fuentes más comunes de aliento fueron el párroco (45%), la hermana o hermano religioso (44 %) y el amigo (41 %)”.

“Contribución directa a la construcción del cuerpo de Cristo”

El presidente del Comité sobre el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones de la USCCB y obispo de Lansing, Earl A. Boyea, dijo acerca de los hombres y mujeres en la vida consagrada: “En su trabajo, ministerio y comunidad, hacen una contribución directa y tangible a la construcción del cuerpo de Cristo”.

“Ya sea sirviendo a los pobres, enseñando, proporcionando atención médica o ayudando con la administración profesional, los hombres y mujeres consagrados, en la rica variedad de sus vocaciones, traen la luz del Evangelio a los corazones de todos aquellos con los que se encuentran“, añadió el obispo Boyea.

El Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado (CARA) de la Universidad de Georgetown fue el encargado de realizar el estudio que el Comité sobre el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones efectúa año con año, desde 2010, con el objetivo de proporcionar información acerca de la demografía, los antecedentes familiares, la historia de la educación, la experiencia ocupacional y ministerial y el discernimiento vocacional de los religiosos que profesaron votos perpetuos en el último año.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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