En el país africano, señala el purpurado, el problema es que “la seguridad de las personas no está garantizada, por lo que los violentos se apoderan del poder y consiguen hacer lo que quieren sin que nadie se lo impida”
“El Papa siempre ha hecho oír su voz por nosotros, por Nigeria, incluso recordando que la guerra es una derrota”. Así lo ha expresado el cardenal John Olorunfemi Onaiyekan, arzobispo metropolitano emérito de Abuja, al salir de su audiencia con Francisco con motivo de su 80 cumpleaños.
Y es que, tal como ha expresado el purpurado a los medios vaticanos, esta oportunidad de celebrar su cumpleaños con el Papa ha sido un motivo de “alegría”, por lo que ha querido agradecer al Pontífice “sus constantes oraciones por Nigeria”.
En el país africano el problema, señala el cardenal, es que “la seguridad de las personas no está garantizada, por lo que los violentos se apoderan del poder y consiguen hacer lo que quieren sin que nadie se lo impida”. Sin embargo, en Nigeria no siempre hemos vivido en esta situación: había paz en el país”, lamenta. “Luego, de repente, hombres a los que llamamos ‘terroristas’ tomaron el control, a veces incluso de todo el territorio, en algunas zonas, obligando a la gente a huir”.
Esto se suma a la presencia, en el noreste del país, de los extremistas de Boko Haram y su vástago en la provincia del autodenominado Estado Islámico en África Occidental (Iswap), que llevan más de una década perpetrando ataques contra civiles y militares. “Debería haber una forma de decir no más violencia y de garantizar que nadie se esconda detrás de la religión para cometer estos crímenes”, señaló el cardenal.