Paolo Rudelli, nuncio apostólico de Colombia, ha iniciado una gira por las regiones del país para “palpar la realidad del país” en primera persona, signada por la creciente violencia entre los grupos armados.
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Un periplo que comenzó desde principio de enero por el departamento de Boyacá, donde celebró la Epifanía, posteriormente por Manizales y Pereira, en la región el eje cafetero, hasta llegar a Ibagué para reunirse este 31 de enero con los obispos de esta jurisdicción.
El diplomático ha destacado la “tradición católica arraigada de los pueblos colombianos” y constatado “como la fuerza viva de todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que hacen posible la evangelización” sobre todo en territorios con muchos retos sociales.
Unida y siempre misionera
Rudelli afirmó que “estamos llamados a vivir en comunión y unidad en un mundo fragmentado. El Papa nos invita a ser una Iglesia samaritana que ayude a un mundo herido, a ser Iglesia sinodal que camine unida y una Iglesia en salida siempre misionera”.
Además, en su recorrido por Manizales visitó el Centro de Evangelización y Catequesis de esta arquidiócesis y destacó la importancia de este espacio, porque “conocer la doctrina es un don para nosotros mismos que nos ayuda a servir y vivir esta formación”.
El prelado ha insistido en ser una Iglesia “más participativa e inclusiva”, una tarea en la que todos los bautizados están llamados y, en especial, puedan llegar a las periferias existenciales.
Foto: El País