La Santa Sede ha acogido este jueves la conferencia de prensa de presentación del Mensaje del papa Francisco para la Cuaresma 2024 sobre el tema ‘A través del desierto, Dios nos guía hacia la libertad’.
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Durante la rueda de prensa, el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, ha subrayado que “desde el principio, el mensaje pone un fuerte énfasis en la libertad; un mensaje de libertad y para la libertad”. Y es que, “en un tiempo en el que muchas, demasiadas, dificultades pesan enormemente sobre cada uno de nosotros, el Evangelio abre un camino en el desierto y nos anuncia que nuestra esclavitud ya terminó, verdaderamente terminó”.
“El camino del éxodo es, en efecto, necesariamente largo, no sólo para llegar a la Tierra Prometida, sino sobre todo para elegir la auténtica libertad. La libertad ofrecida debe desearse y abrazarse. Y ni siquiera Dios puede hacer esto por nosotros”, ha aseverado el cardenal.
Confiar en Dios y mirar hacia delante
“Cuando hablamos del desarrollo humano integral al que la Iglesia quiere ‘servir’, pensamos en la ‘vida abundante’ que Jesús vino a traer”, ha continuado. En este sentido, “la Cuaresma saca a la luz los numerosos obstáculos personales y sociales que se interponen en el camino para que esta vida en abundancia, promovida por la Iglesia, pueda realizarse entre los pueblos”.
“El mensaje del Papa para la Cuaresma de este año abarca el camino de las personas, de las Iglesias y de los pueblos: es, ante todo, un camino en el desierto y, después, un camino de fe del que depende la posibilidad de la esperanza. Esperar significa confiar en Dios y mirar hacia adelante en la historia. La esperanza permite al Espíritu superar miedos y obstáculos. Estamos dispuestos a comprometernos activamente, incluso dispuestos a pagar el precio personalmente, para que venga el Reino de Dios”, ha explicado el cardenal.
“Aquí encontramos los temas principales de las encíclicas Laudato si’ y Fratelli tutti”, ha señalado, subrayando que “aquí vemos los paradigmas pastorales de ecología integral, fraternidad y amistad social rediseñar la evangelización, no porque el Evangelio cambie, sino porque la Buena Nueva debe ser recibida en este mundo destrozado, en medio de una tercera guerra mundial”.
Por todo ello, Czerny ha subrayado que “la vida y la fe están íntimamente unidas”. “Al acoger el don de la Cuaresma, cada comunidad cristiana puede acompañar a sus miembros a afrontar los desafíos de nuestro tiempo. Porque, lo creas o no, los cambios esperados en el mundo comienzan con el cambio en cada uno de nosotros. Ya estamos en el camino, pero debemos elegir seguir adelante e ir más lejos. Este es el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma”.
