El secretario general de la Conferencia Episcopal, César García Magán, no tiene duda de su posicionamiento frente a la situación que están padeciendo los solicitantes de asilo en el aeropuerto de Madrid. “Es lamentable la situación de las personas hacinadas en Barajas”, sentenció el portavoz de los obispos en la rueda de prensa posterior a la Comisión Permanente celebrada esta semana en Madrid.
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Crisis humanitaria
Junto a esta denuncia, el secretario general recordó que la cuestión migratoria exige ser abordado desde una “pluralidad de dimensiones y perspectivas”, situando en primer lugar “la crisis humanitaria”, para después subrayar “el problema de las mafias” que es “una nueva esclavitud”. “No solo el Mare Nostrum es un cementerio, también el Atlántico está siendo una tumba”, enfatizó el pastor, sabedor que los migrantes “llegan con una mano delante y otra detrás”. “En este primer mundo, nos creemos que lo tenemos todo y lo sabemos todo, nos hemos creado necesidades superfluas”, dejó caer a modo de reflexión.
Más allá de lo sucedido en Barajas y de la constante llegada de cayucos a Canarias, García Magán desveló que en la próxima Asamblea Plenaria se presentará el documento “Comunidades acogedoras y misioneras. Exhortación pastoral sobre la identidad y marco de la Pastoral con migrantes”. Se trata de un documento elaborado por la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad Humana y que cuenta también con las aportaciones de los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social.
