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Donald Hernández: la voz por los derechos humanos de los pueblos indígenas de Honduras





“Junto a la crisis climática, que sufre a todo el planeta, hay países como Honduras a los que hay que sumarle la crisis medioambiental, provocadas por las concesiones mineras a cielo abierto, las producciones de monocultivo como la palma africana o el maíz transgénico que están provocando un alto costo para las comunidades más vulnerables, provocando el desplazamiento de personas de sus propios territorios”. Así lo ha denunciado hoy Donald Hernández, socio local de Manos Unidas y defensor de los derechos humanos de los pueblos indígenas hondureños.



Durante la presentación de la campaña 2024 contra el hambre de Manos Unidas, que este año lleva por título ‘El efecto ser humano’, el letrado ha señalado que los índices internacionales proyectan que el paisaje climático de Honduras pasará de un nivel severo a uno agudo para 2030, aunque los hondureños solo son responsables del 0,03% de la emisión de gases de efecto invernadero en el mundo.

Hernández Palma –que vigila el cumplimiento de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en las comunidades indígenas de Honduras– ha dado testimonio del impacto que tiene la ayuda de la ONGD de la Iglesia en su país, con los proyectos agroecológicos que lleva a cabo desde hace 10 años en el territorio.

“Para nosotros es de mucha importancia el apoyo que desde Manos Unidas se da para realizar acciones que nos hagan más resilientes al cambio climático, el fomento de la producción agroecológica y la apuesta por las acciones de igualdad y justicia social en los territorios”, ha afirmado, recordando también que el indicador de pobreza de Honduras en 2023 fue del 64,1% y el de pobreza extrema de un 41%.

297 agresiones contra defensores de los derechos humanos

Al igual que muchos países de la región, “el tener alguna riqueza natural convierte a nuestros ciudadanos en víctimas de persecución, hostigamiento, discriminación, criminalización y hasta la perdida de la vida”, lamenta el abogado.

De hecho, el 2017 Global Witness calificó a Honduras como el país más peligroso del mundo para el activismo ambiental y actualmente, según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU en Honduras, hay 297 agresiones contra personas defensoras de los derechos humanos, con 372 víctimas.

Como resaltó Hernández Palma al término de su intervención, “para nosotros es de mucha importancia el apoyo que desde Manos Unidas se da para realizar acciones que nos hagan más resilientes a la crisis climática, el fomento de la producción agroecológica y la apuesta por acciones de igualdad y justicia social en los territorios”.

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Etiquetas: Manos Unidas
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