Los comicios del Parlamento de Galicia tendrán lugar el próximo domingo, 18 de febrero
Cuando apenas queda una semana para las elecciones al Parlamento gallego, que se celebrarán el domingo 18 de febrero de 2024, Fernando García, obispo de Mondoñedo-Ferrol, ha invitado a votar buscando, siempre, el “bien de todos y de la casa común”.
Y es que, en su última carta pastoral, el prelado señala que “votar es mirar la realidad”, ante lo cual, a veces, “prevalece la ideología”. “Para votar, sin embargo, se nos invita a alzar la mirada y dejar que sea la realidad la que prevalezca sobre la idea. Es necesario superar la perspectiva autorreferencial con que observamos lo que nos rodea”, ha señalado.
En este sentido, “una mirada al bien común, que ha de orientar siempre el sentido del voto, ha de ayudarnos a descubrir lo que nos pasa, lo que nos acontece, lo que nos circunda. Especialmente lo que muchas veces no queremos ver o se nos oculta, lo que pasa a los que están peor que nosotros, lo que viven los pobres…”.
“Esa mirada a la realidad nos hace ver nuestras capacidades, nuestras posibilidades”, continúa el obispo, “pero también los problemas que como sociedad hemos de afrontar en esta tierra nuestra: articular una sociedad donde las diferencias no sigan creciendo, sino que se reduzcan; vertebrar un territorio que permita un desarrollo sostenible entre todas las partes que lo componen; cuidar de la familia, promoviendo políticas que ayuden en la defensa de la vida y de la conciliación de la vida familiar y laboral; promocionar un trabajo digno para todos; luchar por garantizar el acceso a la vivienda para todos; trabajar por la integración de las personas en la sociedad desde la interculturalidad; promover una cultura, economía y política que respeten la dignidad de la persona”.
Asimismo, García recuerda que “votar es juzgar”. “Cada cuatro años los ciudadanos tenemos la oportunidad de controlar el poder, de valorar lo realizado, estimar el rumbo que tomamos, evaluar la eficacia y la altura moral de los que nos dirigen, manifestar, en definitiva, el grado de satisfacción de la gestión…”, y, por ello, “es bueno que los servidores de la sociedad rindan cuentas a la ciudadanía de lo realizado, de lo prometido, de lo que se ha construido con lo que es de todos”.
“No permitamos que en la vida política se promuevan valores que nos destruyen, impiden la convivencia e hipotecan la vida de las próximas generaciones, ni que se enraícen la mentira, los intereses particulares, los amiguismos, la ausencia de valores, los discursos vacíos”, asevera el obispo en su carta.
Del mismo modo, el prelado ha apuntado que “votar es soñar el futuro de nuestra sociedad”, además de la expresión de que se forma parte de la vida política –”pero no agota el compromiso político. Este se asienta en una participación activa y permanente desde la caridad política, virtud que la llena de sentido”–. Por último, apunta que “votar es elegir. Y hacerlo en conciencia”.
“Es cierto que el bien absoluto aplicado a las decisiones políticas no existe”, ha reconocido, subrayando que no se trata de elegir “el mal menor”, sino de “plantearlo en positivo: votar buscando siempre el bien de todos y de la casa común, descubriendo qué programa permite con realismo la mejor realización posible de las extraordinarias potencialidades alojadas en los valores cristianos. Ahí nos toca discernir”.