La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), reunida estos días en Tegucigalpa en Asamblea Plenaria, ha ofrecido a su pueblo un mensaje titulado ‘Con ojos de misericordia’. En él, desde la pregunta de Dios a Caín tras matar a su hermano bel (“¿dónde está tu hermano?”), los pastores llevan el Génesis a su tiempo y a su espacio y lamentan que, en un contexto nacional marcado por “todo tipo de violencia”, es especialmente preocupante la situación de la mujer.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Jo Bailey Wells, la obispa anglicana que asesora al C-9 de Francisco
- Regístrate en el boletín gratuito
Así, tras reformular la pregunta y cuestionar “¿dónde está tu hermana?”, los pastores hondureños claman contra “estructuras sociales y conceptos machistas que favorecen esta repudiable violencia, que tiene su más dramática expresión en el feminicidio”. Y es que, como dijo el papa Francisco en la misa de Año Nuevo, “quien lastima a una sola mujer, profana a Dios, nacido de mujer”.
Reina la impunidad
Para la Iglesia del país centroamericano, el quinto del mundo en tasa de feminicidios y donde la mayoría de los casos quedan impunes, el faro es claro: “El ejemplo de Jesús y de su Evangelio de justicia, de solidaridad y de respeto, especialmente hacia las mujeres, son siempre la referencia auténtica de todo intento sincero por mejorar nuestras relaciones y prevenir los abusos”.
Para ello, de un modo integral, hay que saber “crear una cultura del encuentro entre todos los hondureños, que nos permita escuchar a toda la población de una manera profunda, respetando las ideas de los otros y el derecho a disentir con las posiciones oficiales”.
De este modo, la Iglesia local concluye que “necesitamos avanzar en la vía de la democracia y recuperar con urgencia la credibilidad de las instituciones del Estado”, garantizando “la separación de poderes” y un equilibrio en la relación entre los mismos.