Cono Sur

Música litúrgica para la Cuaresma y la Pascua… desde Buenos Aires

El Grupo de Música Litúrgica de la ciudad brinda este aporte para que, comunidades y parroquias, puedan enriquecer el patrimonio musical litúrgico





El Grupo de Música Litúrgica de la ciudad de Buenos Aires tiene como objetivo promover la riqueza del patrimonio musical en la Liturgia. Por tal motivo, y respondiendo al llamado del papa Francisco, quien en ‘Desiderio Desideravi’ (63) pidió redescubrir el sentido del Año Litúrgico, están brindando el aporte de cantos para el nuevo tiempo litúrgico que inicia este miércoles. 



En esta oportunidad, se trata de un material específico que pueden enriquecer el repertorio litúrgico de las parroquias y comunidades, propio del tiempo de Cuaresma y Pascua. Cada una de las canciones subidas a la plataforma de YouTube, contiene las partituras simple y para cuatro voces, que además se pueden descargar.

Claves para la Cuaresma

Los músicos que han preparado este subsidio ofrecen distintas recomendaciones para poner en práctica, impulsar y mejorar la producción de música litúrgica.

Según comentaron, la música en la Cuaresma se caracteriza por su sobriedad y contenido penitencial. Son apropiados, por lo tanto, los cantos inspirados en los salmos penitenciales (Salmo 50: Piedad, Señor, pecamos contra ti…, Mi sacrificio, Señor, es un corazón arrepentido; Salmo 31: Padre, tu perdonas mis culpas… ; Salmo 48: Rescátame, Señor, de la muerte…etc.). Asimismo, los  cantos con resonancias bíblicas propias de este tiempo: los cuarenta años del pueblo de Israel camino a la tierra prometida, las tentaciones de Cristo en el desierto, las parábolas de la misericordia, y la Pasión y Muerte de Jesús, centro de la Cuaresma y de la Semana Santa.  

Otro rasgo que remarcaron para este tiempo cuaresmal es la ausencia total del Aleluya, tanto antes del Evangelio como en cualquier canto, antífona u oración tanto de la liturgia eucarística o de la , liturgia de las horas. Esto se traduce en un clima de recogimiento de la Cuaresma, y también crea la expectativa para que esta expresión de alegría exultante y victoria, resuene de una manera nueva en la Pascua.

Durante este clima de sobriedad tampoco se canta el Gloria durante los domingos de Cuaresma (si se lo entona en las solemnidades de San José y la Anunciación cuando caen en Cuaresma y también en la misa Crismal y de la Cena del Señor el Jueves Santo).

Otro consejo que han dado se refiere al uso moderado de los instrumentos. Deben utilizarse para acompañar el canto (salvo en el Domingo IV llamado de “laetare” en que los instrumentos pueden resonar con mayor presencia).

Claves para la Pascua

El Grupo de Música Litúrgica señaló que, al contrario de la Cuaresma, el canto propio de la Pascua es el Aleluya que expresa la alegría de la victoria de Cristo sobre la muerte.

Aparece en toda la liturgia, al final de las antífonas de la liturgia de las horas; incluso las antífonas de los salmos responsoriales durante la cincuentena pascual pueden reemplazarse por el Aleluya. La exclamación jubilosa: Aleluya en la Pascua no sólo resuena antes del Evangelio, también es conveniente su uso frecuente en los cantos propios de este tiempo.

Otra palabra fundamental que debe resonar en los cantos pascuales es “resurrección” en todas su formas: “Resucitó, resucitó mi Señor, resucitó mi esperanza” o “Cristo el Señor como la primavera… resucitó”.

Finalmente, recordaron que son apropiados cantos que hablen de la luz, del agua de salvación, la mañana, la primavera. Muy importante también es abrevar en los salmos propios de la pascua que pueden utilizarse directamente como cantos de entrada, ofertorio y comunión o inspirar otros cantos de composición nueva: (Salmo 117: Este es el día que hizo el Señor; Salmo 65: Todo el mundo cante al gloria de Dios, aleluya…; Salmo 97: Cantemos todos al Señor, aleluya… El Señor ha triunfado Aleluya… ; Salmo 32 Cantemos todos al Señor, aleluya).

Para acceder a esta playlists accediendo a YouTube.

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