El arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schönborn, está muy preocupado por el signo que está adquiriendo el Camino Sinodal Alemán, que, en su última fase, desde noviembre, ha aprobado el Comité Sinodal, un órgano de gobierno conjunto de laicos y clérigos al que la Santa Sede le niega toda “autoridad”, pues las decisiones magisteriales corresponden, en última instancia, al Papa.
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Así lo ha manifestado en una entrevista con ‘Communio’. En ella, señala a los pastores germanos y considera que “deberían preguntarse seriamente si realmente quieren abandonar la comunión con y bajo el Papa o más bien aceptarla lealmente. Negarse a ceder sería una obstinación, el signo claro de un cisma que nadie puede desear”.
Posponen su decisión
La advertencia del purpurado austriaco coincide con la decisión de la Conferencia Episcopal Alemana, reunida estos días en Augsburgo por su Asamblea General, de aceptar la solicitud del Vaticano (en forma de carta de los cardenales Parolin, Fernández y Prevost) y no votar los estatutos del Comité Sinodal. Por ahora, pospone su anunciado paso adelante y lo supedita a una próxima reunión con los representantes de la Santa Sede, que defienden que la Iglesia germana carece de “autoridad” para crear un órgano de gobierno conjunto de laicos y clérigos.
En plena crisis, Schönborn reconoce que “estoy impresionado por la paciencia con la que el Papa y los dicasterios romanos intentan seguir dialogando con los obispos alemanes y mantener la unidad y la comunión”. De ahí que llama a los prelados a que se mantengan firmes en su decisión de no votar estatutos del Comité Sinodal. Lo que pasa por saber aguantar las presiones del grupo de laicos del Camino Sinodal, el ZdK, que ya está exigiendo al Episcopado que no abandone su compromiso reformista.