España

El arzobispo de Pamplona, con los tractores: “Si mi padre viviera estaría en la calle como agricultor”

“Me preocupa su situación, la de sus familias, su futuro”, reconoce Florencio Roselló





“Hoy, la preocupación de la Iglesia, la preocupación del arzobispo de Pamplona son los agricultores. Sus gritos resuenan en el corazón de la Iglesia”. Así lo asegura Florencio Roselló, arzobispo de Pamplona, en un artículo que ha publicado en el Diario de Navarra sobre la huelga del sector primario en nuestro país. “Me preocupa su situación, la de sus familias, su futuro”, reconoce. “En las protestas”, dice, “tienen que llenar los depósitos de combustible, sacar los tractores a la calle, y no al campo que es su hábitat natural. Estas dos semanas no han generado ningún beneficio, no solo el campo es ruinoso, la misma huelga también”.



“En el seguimiento de la noticia uno se pierde en el camino”, continúa Roselló. “Ya no sé si la solución está en Europa, en el gobierno español o en el gobierno de Navarra. Pero la realidad es que hemos comenzado la tercera semana de protestas y la solución no parece cercana, minando todavía más la moral de los agricultores y de sus familias”.

Por eso, el arzobispo ha pedido “como Iglesia”, a las instancias responsables, “que asuman responsabilidades, que generen no solo cauces de diálogo, sino también vías de solución. El gobierno de Navarra ha presentado 49 propuestas de solución. ¿Son las propuestas que los agricultores necesitan? ¿serán las propuestas de la solución? Esperemos que sí. Pero, sobre todo, me gustaría que en este momento no se rompiese el diálogo”.

Permanecer en el campo

Asimismo, Roselló subraya los pocos jóvenes que trabajan en el campo: “En este ambiente inseguro y con un futuro negro, ¿Quién va a querer trabajar en la agricultura? Constantemente escuchamos en las noticias que no hay jóvenes que tomen el relevo. La realidad laboral del sector muestra envejecimiento, con más del 34 % de los trabajadores con más de 50 años, y poca diversidad, con apenas un 30 % de mujeres empleadas formalmente”. Además, el éxodo rural hace que “los jóvenes se van de los pueblos y de los campos y buscan el futuro lejos de la agricultura”.

El Papa, ha recordado el arzobispo, dirigió unas palabras el año pasado a la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA): “Es necesario trabajar para que este inmenso bien que Dios nos regala, no se convierta en arma -por ejemplo, limitando la llegada de alimentos a las poblaciones en conflicto-; o no se convierta en mecanismo de especulación, manipulando el precio y la comercialización de los productos con el único fin de conseguir un mayor beneficio”.

“Es bueno que todos los agricultores y ganaderos españoles hagan suyas las palabras que el Papa Francisco dirigió a Asaja, en la cuales les dijo, ‘agradezco la ilusión que manifiestan por su trabajo en el campo, por su ganado y por el servicio que quieren prestar a la sociedad'”, ha aseverado Roselló. “Los agricultores no están solos, la Iglesia está y quiere estar con ellos. Sus protestas nos interpelan y nos llevan a estar con ellos”.

“Mis palabras salen desde la razón, pero también desde el corazón”, finaliza el prelado. “Mi padre, ya fallecido, fue agricultor, y algunas demandas de los trabajadores del campo ya me las decía hace muchos años. La historia se repite. Hoy, si mi padre viviera…estaría también en la calle, porque siempre fue un hombre justo. Y hoy lo correcto es luchar por los derechos de los agricultores. Con mi apoyo y bendición”.

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