España

La Escuela Arzobispo Morcillo, “un faro de esperanza y oportunidades”

El centro de Formación Profesional de Cáritas Diocesana de Getafe ubicada en Valdemoro celebra 60 años de apuesta educativa con más de 800 alumnos





“La Escuela Comarcal Arzobispo Morcillo es un faro de esperanza y oportunidades”. No lo dice un docente, un responsable político o una autoridad eclesial. Son palabras de Raúl, alumno de este centro de formación profesional de Cáritas Diocesana de Getafe, que esta mañana ejerció de presentador en el acto de celebración de los 60 años de este proyecto educativo. El centro cuenta con cerca de 800 alumnos y oferta ciclos formativos de Grado Básico, Medio y Superior en Automoción, Carrocería, Electricidad, Electrónica, Administración y Comercio.



Junto a Raúl, en el escenario del salón de actos del centro se encontraba Lucía, otra alumna, que recordó cómo “el verdadero valor de las personas está en el esfuerzo y la perseverancia y con estas dos cosas podemos llegar a todo lo que nos propongamos”. En esta particular celebración de cumpleaños asistieron, entre otros, el viceconsejero de presidencia de la Comunidad de Madrid, José Antonio Sánchez; el alcalde de Valdemoro, David Conde; y el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán.

Educar con corazón

El director de la escuela, César Rodríguez, ejerció de anfitrión y recordó que “nuestra filosofía es educar con corazón, porque consideramos que la educación es algo más que una formación académica, es educar con el amor que Dios nos enseña y ponernos al servicio de nuestros alumnos al estilo de Jesús”.

Por su parte, el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, suscribió que la escuela es “la perla de la corona de Cáritas diocesana”. Al echar la vista atrás, recordó las dificultades económicas que se pasaron en sus inicios, pero también puso en valor a “tantas personas anónimas que han hecho posible que hoy estemos aquí, piedras que han ido haciendo esta comunidad educativa”.

Frente a las ideologías

En paralelo, García Beltrán remarcó que este centro es “una escuela que está basada en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, que no es una tercera vía frente a las ideologías, sino que es un modo de entender la realidad y al hombre, desde la visión del Evangelio”.

Con la mirada puesta en el futuro, el obispo anunció que “el Papa siempre nos invita a soñar y los sueños, cuando Dios está presente, siempre se hacen realidad y uno de nuestros sueños es que la escuela Obispo Morcillo tenga filiales en otros lugares de la diócesis”.

Futuro sin miedo

“El mayor dolor que me surge ante un joven -compartió García Beltrán- es que ven el futuro con miedo y por eso en esta escuela queremos hacer que los jóvenes vean el futuro con esperanza”. “La pobreza es falta de ropa y alimento, pero también es falta de educación y de trabajo”, denunció el pastor. En este sentido, recordó que “Cáritas no es solo lo que hace, y eso que hace muchísimo, sino el cómo lo hacemos, el estilo de lavar los pies, del servicio a los demás”.

En el acto también intervino el director de Cáritas Getafe, Jesús Casares, que aplaudió “una trayectoria marcada por la formación integral de miles de jóvenes, la entrega y el compromiso de un equipo docente excepcional y una vocación de servicio a la sociedad”. “Necesitamos el apoyo de todos para seguir transformando la vida de más jóvenes, que a veces no tienen un horizonte, sin ganas de vivir, para que ninguno se quede sin una oportunidad”, dejó caer. Junto a Casares, el vicepresidente de Cáritas España, Enrique Carrero, presentó la escuela como “el mejor sitio para afrontar el futuro” y “abrir puertas para encontrar trabajo” y para salir de la exclusión.

Capacidad visionaria

Por su parte, el alcalde de Valdemoro, ensalzó cómo “varias generaciones de alumnos de la escuela han contribuido con su formación y sus ganas de trabajar a la construcción  de nuestras ciudades”, lo que vislumbra “un futuro ilusionante” para el centro educativo.

El viceconsejero madrileño defendió la capacidad “visionaria” de los fundadores de la escuela, así como “la multitud de desafíos y sacrificios que hicieron para que esto saliera adelante”. “Lo habéis convertido en un referente educativo”, reconoció sobre la labor educativa de la Iglesia.

Fue en 1963 cuando la escuela dio sus primeros paso de la mano de un grupo de sacerdotes, alcaldes y empresarios de la comarca. La implicación de Cáritas permitió que esta obra incipiente del cardenal Casimiro Morcillo, que había sido cura en Valdemoro, se diera a conocer. De hecho, la entonces princesa Sofía se involucró hasta tal punto que logró un donativo clave para ampliar sus instalaciones. Desde 2000, la escuela es gestionada por Cáritas Diocesana de Getafe.

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