La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su solidaridad con los ciudadanos, movimientos, agrupaciones y colectivos que organizaron y participaron en la llamada ‘Marcha por la Democracia’, realizada el pasado 18 de febrero en la Ciudad de México, así como en otras cien ciudades del país y algunas del extranjero.
Los miles de manifestantes se pronunciaron por elecciones libres y justas en el proceso electoral que se realizará el próximo 2 de junio, en el que se elegirá al nuevo presidente de México, así como diputados, senadores, gobernadores y alcaldes de varios estados del país, entre otros cargos.
Los ciudadanos participantes dirigieron sus mensajes al partido gobernante del país: Morena, así como al presidente Andrés Manuel López Obrador, al que pidieron no intervenir en el proceso electoral.
En una nota de prensa, la CEM reconoció el derecho ciudadano a “manifestarse de manera respetuosa para defender causas justas”, y exhortó a la sociedad a “participar de manera activa y comprometida en los próximos comicios electorales, como un gesto de servicio, justicia y paz”.
Los obispos mexicanos hicieron énfasis en el compromiso de la Iglesia Católica en la consolidación de la democracia en el país, por lo que hicieron un llamado a todos los católicos y ciudadanos en general a informarse sobre las propuestas de los candidatos, analizar sus planes de gobierno y salir a votar de manera libre y razonada el día de la elección.
El voto responsable -dijeron- es una herramienta poderosa para construir un México más justo, solidario e incluyente.
Refirieron que el papa Francisco recuerda que “la política es una vocación altísima y una de las formas más preciosas de la caridad”, según el numeral 180 de la encíclica ‘Fratelli Tutti’, y expresaron su deseo para que “el proceso electoral que está por iniciar se lleve a cabo en un contexto de civilidad, respeto y apegado a derecho. La democracia requiere de instituciones confiables y ciudadanos comprometidos con el bien común”.