El sacerdote de Don Benito detenido y puesto en libertad con cargos en la Operación Botafumeiro de la Guardia Civil vinculada al tráfico de drogas ha sido apartado de todas sus responsabilidades pastorales de forma temporal, cuando apenas han transcurrido 48 horas desde que se desatara el caso.
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Así lo ha hecho público la Diócesis de Plasencia en un comunicado en el que explica que se ha sido congelado del ejercicio público del ministerio y de su misión como párroco de la Iglesia de San Sebastián, así como de la residencia parroquial, “mientras duren las acciones procesales que correspondan”.
Seguimiento y acompañamiento
Para que la feligresía del templo no quede desatendida, se asignará en breve un administrador parroquial, esto es, un sacerdote que de forma temporal pueda llevar adelante toda la actividad de la comunidad. En paralelo a esta medida, la Diócesis de Plasencia se ha comprometido a procurar el “seguimiento y acompañamiento psicológico y espiritual pertinente” al cura.
Desde el Obispado se ha considerado “conveniente” tomar esta decisión a “a la espera del total esclarecimiento de los hechos y la resolución de la causa”, y una vez oído el testimonio del propio cura. De hecho, el Obispado detallan que siguen “atentos al proceso judicial y dispuestos a colaborar con la Justicia”. En paralelo, se reclama “prudencia y el respeto” tanto para el sacerdote como para el otro hombre encausado, que se encuentra en prisión sin fianza.
En cualquier caso, como ya sucediera en el primer comunicado emitido desde la Iglesia placentina, reitera su “dolor y consternación por el sufrimiento y escándalo que los hechos descritos y las circunstancias que lo rodean suponen”.
