“El documento busca acercarse pastoralmente a quienes se encuentran en ‘situaciones irregulares’. Y no lo hace por motivos ideológicos, ni de propaganda, sino buscando que la caridad de Cristo llegue a todos”, recuerda Milton Tróccoli
La Iglesia de Uruguay ha estrenado las bendiciones a parejas del mismo sexo de ‘Fiducia supplicans’ con una bastante conocida en el país: la formada por el actor y productor teatral Carlos Perciavalle –apodado ‘El rey del café-concert’, género teatral del cual fue pionero– y Jimmy Castilhos.
La pareja, que ya estaba casada por lo civil, recibía esta bendición por parte del sacerdote Francisco Gordalina. Sin embargo, la Iglesia uruguaya ha tenido que subrayar que se ha tratado de una bendición, y que en ningún caso es una unión eclesiástica.
De hecho ha sido el propio obispo de Maldonado, Punta del Este, Minas y Rocha, Milton Tróccoli –miembro del Dicasterio para el Clero y uno de los dos prelados que el Papa envió a una visita canónica a los seminarios españoles el año pasado– quien ha tenido que escribir una carta a la diócesis en la que explica por qué se ha dado esta bendición después de que la pareja haya contraído matrimonio civil.
“Viendo las repercusiones que ha tenido en algunas personas de la comunidad eclesial la bendición a C. Perciavalle y a J. Castilhos, considero importante compartir con ustedes el camino recorrido con relación a esto”, escribe el obispo en su carta, que él mismo ha compartido en X (anteriormente Twitter). “Después de los primeros anuncios en los medios sobre una ‘celebración religiosa’ de casamiento en una iglesia y de un comunicado aclaratorio por parte de la Diócesis, se realizó una reunión —a solicitud de ellos— para dialogar personalmente y clarificar situaciones. A dicha reunión fuimos el padre Francisco Gordalina, vicario general, y yo. Fue un diálogo largo, profundo y sereno. Allí les fue entregado el documento del Vaticano Fiducia Supplicans y se comentaron algunos de sus párrafos”, explica el obispo.
“En ese diálogo solicitaron recibir la bendición, posibilidad que plantea dicho documento, para parejas en ‘situación irregular’. Se emplearon algunos días para poder realizar las consultas pertinentes”, continúa, subrayando que, después de esta conversación, se consultó la cuestión con la Nunciatura Apostólica en el Uruguay, para saber “cómo se debía proceder”. Entonces, “se informó que había que dar la bendición, dado que había un documento firmado por el papa [Francisco] y que se debía proceder en consonancia”.
“Comunicamos entonces a los interesados que la bendición se daría y se les recordó que no sería en una iglesia, que era una bendición a las personas y no a la unión (no era un ‘casamiento por Iglesia’), y que por lo mismo sería de un modo discreto, sin presencia de invitados; que era una bendición simple. Después de evaluar algunas posibilidades y limitaciones de lugar y de agenda, se llegó a que fuera en su casa”, explica Tróccoli, quien, además de reconocer que “lo mediático de la situación ha podido herir la sensibilidad de algunos”, señala que también es cierto que “ha movido a algunos a acercarse para plantear su situación vital, personal o familiar, agradeciendo la cercanía de la Iglesia”.
“El documento busca acercarse pastoralmente a quienes se encuentran en ‘situaciones irregulares’. Y no lo hace por motivos ideológicos, ni de propaganda, sino buscando que la caridad de Cristo llegue a todos”, recuerda el obispo. “La novedad del documento y sus implicancias pastorales nos movilizan a todos. Esto nos invita a una reflexión profunda acerca de cómo seguir buscando caminos para evangelizar. Es un desafío grande, que exige oración, discernimiento y reflexión”, asevera Tróccoli.