El encuentro ha tenido lugar en la granja-escuela la Esgaravita, en Alcalá de Henares, y contó con la participación del obispo Antonio Prieto
Más de 100 jóvenes de diferentes etapas educativas han participaron el pasado fin de semana en el Encuentro por Etapas de la Juventud Estudiante Católica (JEC), en La Granja-Escuela la Esgaravita, en Alcalá de Henares. Bajo el lema ‘Ecosociedad’, los asistentes han trabajado las campañas que ha lanzado el movimiento de acción católica especializada, centradas en las expectativas sociales, la incidencia política y el cuidado. Entre los participantes había jóvenes de las diócesis de Coria-Cáceres, Mérida-Badajoz, Plasencia, Salamanca, Madrid, Palencia, Tenerife y Cartagena.
La JEC es un movimiento formado por estudiantes comprometidos con la evangelización en sus aulas y convencidos de que el papel que juegan tanto en la sociedad como en la Iglesia es fundamental. Buscan que su estudio sea una herramienta para combatir las injusticias. Su método de trabajo se basa en el análisis de la realidad desde el ver, el juzgar y el actuar, siguiendo el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia.
En el encuentro por etapas, los estudiantes de secundaria han analizado las presiones y las expectativas que genera la sociedad sobre ellas, y han reflexionado sobre cómo cuidar su autoestima, su salud mental y sus relaciones.
Desde la etapa de universidad han debatido sobre la importancia de participar en la política y de construir otro tipo de sociedad más justa y habitable, y han diseñado la ciudad JEC, donde se garantizan derechos como la libertad de expresión, la protección contra la discriminación y el acoso. Así, los graduados y graduadas han profundizado en la cultura del cuidado, como clave para enfrentar los retos actuales, como el cambio climático, y para construir alternativas sostenibles y viables para todas las personas.
Además, el sábado se celebró también el Encuentro Estatal de Animadores, donde se reflexionó sobre la llamada a la continuidad y la transmisión de la identidad del movimiento a través del cuidado y el acompañamiento. Los animadores son personas que guían y apoyan a los jóvenes en su proceso de formación y compromiso, y que les ayudan a crecer en la fe y en la acción transformadora. En el encuentro se trabajó sobre el texto de los discípulos de Emaús, con la esperanza de que los compromisos y las cruces nos trasciendan y sean signos del Reino.
El sábado por la tarde se celebró la Eucaristía, en la que participó el obispo de Alcalá de Henares, Antonio Prieto Lucena. El prelado quiso hablar directamente al corazón de los jóvenes y recordó el documento ‘El Dios fiel mantiene su alianza’, publicado por los obispos españoles, en el que se alude en numerosas ocasiones a la Doctrina Social de la Iglesia y a una transformación del sistema económico que ponga en el centro la dignidad de la persona, la prioridad del trabajo sobre el capital, la lucha contra el hambre y la propuesta de un desarrollo humano y ecológico integral y el bien común universal.
El obispo destacó su relación con movimientos como la HOAC y la JOC durante su tiempo sacerdotal en Córdoba y agradeció la invitación para ver la realidad de la JEC a nivel estatal. Durante la Eucaristía, los jóvenes expusieron sus preocupaciones y peticiones, así como su acción de gracias de forma espontánea, y renovaron su compromiso con el movimiento y con la Iglesia.
Los participantes en ambos encuentros han valorado muy positivamente la experiencia, que les ha permitido compartir, aprender y crecer juntos, y que les ha motivado a seguir trabajando por la ecosociedad, un concepto que implica establecer vínculos con uno mismo, con los demás y con el planeta, para reclamar una convivencia que integre la sociedad en un mundo más justo y habitable.