La Prefectura de la Casa Pontificia ha anunciado este miércoles, 6 de marzo, por medio de un comunicado recogido por Vatican News, que el papa Francisco llevará a cabo la misa del Jueves Santo, a las 16:00 horas del próximo 28 de marzo, en la cárcel de mujeres de Rebibbia, ubicada en la periferia noreste de Roma. En el comunicado se especifica, además, que el Pontífice se trasladará a este centro penitenciario para celebrar la Santa Misa y encontrarse con las reclusas y el personal del centro.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Presidencia sin presidencialismo
- Regístrate en el boletín gratuito
Desde el inicio de su papado, Francisco ha querido celebrar siempre el Jueves Santo en lugares periféricos y de exclusión, como centros penitenciarios, refugios, y centros de atención a enfermos y jóvenes en situación de desamparo.
Once años junto a los excluidos
En 2013, tan solo 15 días después de haber sido elegido como Papa, Francisco visitó el Centro penitenciario de ‘Casal del Marmo’, un centro de menores en el noroeste de Roma. En años posteriores, ha continuado esta tradición, visitando diversas instituciones como centros para personas con discapacidad, solicitantes de asilo, y otras cárceles en Roma y sus alrededores.
Sin embargo, en los años 2020 y 2021, debido a la pandemia de Covid-19, las celebraciones fueron adaptadas, con la Misa de la Cena del Señor celebrada en la Basílica de San Pedro con una audiencia reducida.
En 2022, el Papa se dirigió al Nuevo Complejo Penitenciario de Civitavecchia, donde celebró la Misa en la capilla y realizó el rito del lavatorio de pies a los reclusos. El año pasado, tras una década como Pontífice, el Santo Padre regresó al lugar donde celebró su primera misa del Jueves Santo como Papa para volver a encontrarse con los jóvenes.