Bajo el lema ‘Hermana Agua, Vida y Libertad’ se llevó a cabo el Encuentro anual de Coordinación Nacional de los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen y los delegados de las 16 diócesis de las regiones del NEA, NOA y de Comahue-Patagonia.
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Resaltaron la importancia y el valor del agua, fuente de vida, dignidad, alegría y espacio de encuentro porque contribuye a la libertad de los pueblos. Reafirmaron que “las ‘aguas’ por las que navegamos juntos con los Pueblos Indígenas tienen el nombre de respeto mutuo, valorización y lucha por la justicia y sus derechos”.
Deudas con los pueblos indígenas
Un punto esencial dentro de la declaración tiene que ver con la situación que viven las comunidades. Destacaron que ellas han sufrido un despojo histórico que continúa y se consolida con mayor violencia cada vez que los gobiernos ignoran su existencia. Son ellos quienes traslucen la relación vital y espiritual con sus territorios y sus reclamos históricos, y aún así “resisten hace más de cinco siglos su exterminio en defensa de su tierra, de su cultura, de su cosmovisión y su espiritualidad”.
Los participantes del encuentro alertaron sobre las deudas y de las promesas no cumplidas que el Estado argentino viene teniendo con los sectores más empobrecidos, especialmente con los Pueblos Indígenas. Creen que es justamente el mismo Estado el que, a través de las herramientas institucionales y recursos disponibles, debe asumir la tarea de saldarlas y repararlas.
Pacto Social
Reafirmaron que la solidaridad y justicia social son los valores fundantes y espirituales del Estado. Por eso, consideran que la legitimidad de un verdadero “pacto social” se dará en la medida que todos los pueblos que habitan el territorio estén comprendidos, en un marco de respeto por la verdad y las normas jurídicas vigentes. Son, entonces, los Pueblos Indígenas parte esencial de la solución, y esperan que se los incluya a través del diálogo, la convivencia social y la paz. “No podemos dar un paso atrás frente a los derechos adquiridos”, afirmaron.
Asimismo, señalaron que les preocupa que en este contexto actual político y económico se exacerben la propiedad privada, los megaproyectos petroleros, extractivistas y de agronegocios como única salida posible. Como consecuencia, destacaron la importancia de la propiedad comunitaria de los territorios indígenas.
Como ENDEPA, alzaron su voz junto a las comunidades indígenas en el país y apelaron al respeto de los Derechos Indígenas ya consagrados por distintos organismos Internacionales, y por la Constitución Nacional (artículo 75, inciso 17), esperando que el Estado argentino se involucre en la superación de los conflictos.
Camino de esperanza
Los referentes de la pastoral indígena en el país manifestaron que, en este tiempo cuaresmal y de contexto nacional, se sienten interpelados a partir de la Palabra de Dios, y reafirmaron que “con el aporte de los pueblos indígenas, otra Argentina es posible”.
Aseguraron que allí donde hay caminos de esperanza, de lucha frente a vulneraciones de la vida y de derechos, ENDEPA quiere ser un espacio de diálogo, acogida, solidaridad y comunión. Y agregaron que los Pueblos Indígenas son una alternativa y una inspiración para encontrar “encontrar sentidos y caminos hacia el Buen Vivir y maneras de cuidar la Casa Común frente a tanta depredación”.