“Vamos más lentos de lo que queremos, pero la Conferencia Episcopal tiene sus dinámicas de trabajo, las Plenarias son cuando son y el tema es de tal calado y de tal importancia”. Esta fue la reflexión que compartió esta mañana el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magán, en la rueda de prensa conclusiva de la Asamblea Plenaria de los obispos que se ha reunido esta semana en Madrid.
“Todos están de acuerdo en la acogida a la víctima y en la reparación integral, pero queremos hacer un trabajo mejor y más aquilatado”, apunto el también portavoz episcopal sobre el hecho de que de la Plenaria de noviembre a esta parte solo se hayan aprobado unos principios informadores del plan de reparación integral de víctimas de abusos sexuales en el ámbito eclesiástico del que emanarán las normas generales que se aplicarán en los casos de reparación.
En relación al saludo de los nuevos presidente y vicepresidente, Luis Argüello y José Cobo, a las víctimas de abusos que protestaron esta semana ante la sede de la Conferencia Episcopal, García Magán apuntó que hay “una actitud de apertura”, pero no concretó en que se traducirá.
Sobre los cambios introducidos en el informe ‘Para dar luz’ en las últimas semanas para actualizar datos sobre abusos, García Magán aclaró que es un estudio “vivo”. “Esas actualizaciones no son manipulaciones, sino para hacerlo más preciso”, aclaró el portavoz de los obispos. Lo cierto es que el número de denuncias en la versión de esta semana asciende a 1.057 desde 1940, 251 más que en la última actualización, en diciembre de 2023.
Josetxo Gabriel Vera, director de la Oficina de Comunicación del Episcopado y miembro del equipo que elabora el informe, reconoció “algún error muy significativo” en los datos de alguna institución-véase los maristas- y compartió que se van haciendo “correcciones de todo tipo” e “incorporando nuevos datos”. Vera expuso que “posiblemente fue precipitado” publicar los datos.
“Todos los que sacamos con informes de abusos nos vemos sometidos a muchos datos y a necesidades de comprobación”, explicó Vera. A la par, admitió que “los datos son importantes porque detrás hay personas”.
En paralelo, el director del Servicio de Asesoramiento a las Oficinas de Protección de menores, Jesús Torrente, ha compartido con los obispos el informe del trabajo realizado por las oficinas durante 2023, que acogieron el testimonio de 155 personas que habían sufrido abusos desde los años 40 hasta nuestros días. “Los dos primeros años se recibieron 728 personas y a las que se suman estas 155”, añadió García Magán.
Según los datos de la Conferencia Episcopal, el año pasado se duplicó el número de personas que han recibido formación para la prevención de abusos: han sido 250.000 personas; entre ellas 180.000 niños y adolescentes, cerca de 30.000 profesores, 22.000 padres y madres, 8.000 sacerdotes y consagrados y 8.200 monitores. Además, más de la mitad de los seminaristas españoles recibieron formación sobre esta cuestión. “No podemos dar formación de golpe a todos los seminaristas de España, hay que ir poco a poco con los medios que tenemos”, apuntó el portavoz de los obispos.